¡Increíble!
Cómo fue el inesperado encuentro entre Sebastián Estevanez y Vicky Xipolitakis en un baño
El actor robó miles de corazones en sus épocas de galán, inclusive el de algunas famosas.Sin lugar a dudas Sebastián Estevanez fue durante muchos años uno de los galanes más codiciados del mundo del espectáculo. Robando suspiro por donde pasaba, inclusive a algunas famosas. El caso más emblemático es el que vivió con Vicky Xipolitakis cuando aún no había llegado a la fama.
Es que hace un tiempo, Vicky Xipolitakis compartió una historia peculiar que involucra a Sebastián Estevanez, el actor que, a pesar de su retiro televisivo, sigue siendo el galán que conquista corazones. La anécdota salió a la luz durante la mesa de Mirtha Legrand, revelando un episodio cargado de admiración, declaraciones apasionadas y un encuentro inusual en un baño.
La vedette confesó en ese momento su fascinación por Estevanez, quien también estaba de invitado, con las palabras: "Desde la primera vez que te vi me apasioné por vos". Aunque el actor, con amabilidad, recordó su compromiso con Ivana Saccani, Vicky continuó su declaración, buscando complicidad y confesando: "¡Tu sonrisa me mató! Pero es mucho más lindo personalmente".
La historia toma un giro sorprendente cuando Xipolitakis recordó un curioso encuentro en un baño durante una fiesta de famosos. Sin papel higiénico, Vicky se encontró con Sebastián, quien le ofreció un rollo con una sonrisa. "Cuando me alcanzó el papel higiénico y lo vi con esa sonrisa y esos dientes perfectos, me quedé helada", relató la vedette, agregando una nota de humor a la anécdota.
En ese momento, el relato de Vicky Xipolitakis fue interrumpido por Estevanez, quien con humor contrarrestó el calor del momento con el abanico de Mirtha Legrand. La vedette continuó su relato, destacando la admiración que sentía por Sebastián y cómo su sonrisa la había "flechado".
“Tu mujer es hermosa”, aclaró para evitar inconvenientes y siguió: “Esto es algo que me pasó a mí, jajaja. Fui al baño a hacer ‘pichí’ y no tenía papel. Abro la puerta para pedir que me trajeran y te veo a vos. Vos te quedaste ahí y me sonreíste. A partir de ahí, dije ‘qué lindo hombre’, despertaste mi fantasía. Ya pasó, pero te lo tenía que decir porque cuando me preguntaban por un hombre siempre te nombraba.