Siempre estridente, llamativa y con ese trajinar por las excentricidades. Charlotte Caniggia supo construir un interés del público con su personalidad tan singularidad y sobre todo por la filiación sanguínea de una familia muy mediatizada como la que edificaron Marianna Nanis y Claudio Paul Caniggia.

La blonda saltó a la visibilidad por la curiosidad de Marcelo Tinelli, que en plena adolescencia de los mellizos Caniggia los invitó al Bailando por un sueño para escuchar sus declaraciones irrisorias. De ahí a la actualidad los dos se mantuvieron en el candelabro. 

En el caso de Charlotte encontró una beta para cumplir con su deseo, ese que siempre asumió en los micrófonos que trata de su aversión por trabajar, entonces halló en los realities un camino para facturar a cambio de simplemente ser ella. 

En el último tiempo, la hermana de Alex formó parte de El hotel de los famosos, en su segunda temporada, pero desistió inmediatamente y renunció, dado que no soportaba la carga de tareas, de esas pequeñas obligaciones que ordenaban en el ciclo de oficiar de diferentes roles como cocinar o limpiar.

Mientras todo eso quedó atrás, Charlotte se muestra en sus redes sociales con su cotidianidad de lujos, así se encargó de exhibir su parsimonia con una visitas turísticas. En ese contexto, en lo que suena un paraíso natural, como una cabaña en medio de un bosque, la blonda se ejecutó un tratamiento de belleza.

La hermana de Alex optó por retratar esa práctica para mejorar su cutis, sobre todo en el rostro, de una forma muy extraña, ya que se fotografió desnuda, dentro de un jacuzzi lleno de burbujas y con una máscara que recubría sus facciones de la cara.

Para no dejar dudas de su actividad para optimizar su dermis, Charlotte escribió en inglés lo que llevó a cabo: ““Oh, cómo amo mis baños de burbujas”. Todo sea por conservar su rostro impecable.