Gran Hermano es un reality que en cada hueco del programa tiene una historia por contar. No solo de los participantes en si, sino que en este caso el que aparece en la cúspide de la atención es Santiago del Moro, una persona sumamente importante del proyecto que tiene Telefe.

Hace años que los caminos del canal y el conductor se unieron para nunca más separarse. La gran oportunidad llegaría con Masterchef, dónde Santiago se logró lucir y eso dio el pie a que llegue a ser la cara visible de la casa más famosa del país.

No hay dudas que del Moro se convirtió en un exitoso conductor y que de hecho eso hizo que gane varios premios Martín Fierro. Pero a la hora de explicar a qué se debe su buen momento que sostiene hace años, su esposa cumple un rol preponderante.

María José Sánchez es una mujer que pocos conocen y que desde la adolescencia acompaña a Santi. En más de una ocasión él resaltó que todo lo que consiguió no hubiese sido posible sin la figura de su pareja, a quien conoció en su pueblo natal.

Ambos congeniaron un flechazo en Tres Algarrobos, pueblo ubicado en el interior de la provincia de Buenos Aires. María y del Moro formaron una hermosa y numerosa familia junto a Amanda, Catalina y Santa, las tres hijas del matrimonio.

"Es la persona más honesta que conozco y su mirada me resulta más que importante. María no tiene el ‘qué lindo’ o el ‘qué bueno’ fácil. Es estricta y dura de persuadir. Todo lo que me diga siempre será genuino", comentó Santiago en una entrevista.

En una unión inquebrantable que se forjó hace años, gracias a María José es que del Moro puede desarrollarse en su carrera como profesional. Su esposa es la encargada de mantener un orden dentro de su casa y para el conductor es fundamental en cada paso que da.

"A mi mujer nunca le importó ni la notita en el portal, ni la fama. Eso me ayudó mucho. El día que Jaime Stiuso salió al aire en Intratables fue un quilombo. Imaginate, llegué a casa y tenía el teléfono estallado y la cabeza hecha un bombo. Mi mujer me esperaba con el boletín de la nena en la mano", recordó el conductor, que nunca perdió el amor por la mamá de sus hijas.