SINCERA
Julieta Ortega reveló toda la verdad sobre su vínculo con Julieta Prandi, Guillermina Valdés y Ana Paula Dutil
La actriz habló de la relación que tiene con las ex y actual de sus hermanos.Julieta Ortega se encuentra en Mar del Plata, ciudad en la que está haciendo temporada con Perdida Mente, la obra de José María Musicari. Fue desde ahí que se animó a hablar de sus cuñadas y ex cuñadas en diálogo sincero con Pronto.
Consultada por su vínculo con las ex mujeres de sus hermanos, Ana Paula Dutíl y Guillermina Valdés, y la actual pareja de Emanuel Ortega, Julieta Prandi, la actriz no tuvo problema en referirse a cómo es su vínculo con cada una de ellas.
Primero, Julieta Ortega contó cómo es su relación con Ana Paula Dutil: “Ana Paula es mi amiga. Yo la conocí como novia de mi hermano, pero estuvieron juntos 20 años, una vida. Yo la conozco como novia de mi hermano, y al poco tiempo ella quedó embarazada y eran una familia. Y yo compartí con ella una vida… Mi embarazo, los embarazos de ella, todas las fiestas de 20 años a esta parte, todos los cumpleaños, todas las situaciones familiares, todos los viajes a Estados Unidos”.
“Es mucha vida compartida con una persona y además siempre nos unió mucho cariño y una relación muy cercana de mucho amor. Entonces ella, más allá de ser la mamá de mis sobrinos y la exmujer de mi hermano está en el grupo de mis amigas más íntimas. Cuando mi hermano se separa ella siguió teniendo ese lugar. Y para mis papás también sigue siendo parte de la familia”, contó sobre la ex mujer de Emanuel Ortega.
Con respecto a Julieta Prandi, la actual novia de su hermano, contó: “Julieta es la nueva mujer de mi hermano. Ana Paula ya no es la exmujer de mi hermano o mi excuñada, es mi amiga”. Además, dejó en claro que no le gusta mucho hablar de la rubia.
Julieta Ortega también se refirió a Guillermina Valdés, exmujer de Sebastián Ortega y madre de sus sobrinos, y agregó: “Con Guillermina tengo una muy buena relación. A diferencia de Anita, no es mi amiga, pero sí tengo una relación buena. Cuando me la cruzo, porque sus hijos están en mi casa y ella me escribe o porque a veces me pregunta ‘se fueron, siguen ahí, los pasó a buscar’. Ahora ya son más grandes, pero durante mucho tiempo fue así. O nos cruzamos en la peluquería o no sé, me ha comprado pijamas o yo le he comprado cremas. Y conversamos y tengo la mejor”.