A pesar de ser una de las figuras más importantes del mundo del espectáculo, Celeste Cid es mantiene su vida privada alejada de los reflectores y en particular, protege la privacidad de sus dos hijos, André y Antón. Sin embargo, cada tanto decide mostrar algunas fotos de ellos en sus redes sociales, para que sus casi 3 millones de seguidores en Instagram no los pierdan de vista.

El hijo mayor de Celeste, André Horvilleur, nació en septiembre de 2004 en el Sanatorio de la Trinidad en el barrio porteño de Palermo, justo después del éxito de la novela "Resistiré" en la que ella fue la protagonista. Su padre es Emanuel Horvilleur, el reconocido músico de IKV. La relación entre ellos terminó poco después del nacimiento del niño, a pesar de esto, la actriz y el cantante mantienen una excelente relación en la actualidad.

Aunque André tiene más de 100 mil seguidores en las redes sociales, su perfil es bastante bajo y no publica con frecuencia. De hecho, sólo cuenta con tres publicaciones en su feed. A los 18 años, comparte un parecido físico notable con su madre y comparte el amor por la música con su padre, mientras que también disfruta de jugar fútbol.

Celeste es una madre muy cercana a su hijo y comparte muchas experiencias con él, como recitales, salidas y viajes, los cuales comparte en sus redes sociales. Además, cada vez que puede se muestra orgullosa de él en sus redes sociales. "Soy madre del pibe mas hermoso del mundo. bueno, sensible, conectado, inteligente. Buen amigo de sus amigxs", lo definió Celeste Cid en sus redes otra vez.

El otro hijo de la actriz es Antón Noher quien nació de la relación entre Michel Noher y Celeste. La relación duró entre el año 2016 y 2018, sin embargo, a pesar de la ruptura se mantienen muy presentes en la crianza de su hijo y suelen acompañarse mucho como padres.

“Nos conocimos y decidimos tener un hijo juntos. Se trata de algo muy fuerte… Es la primera vez que me ocurre algo para toda la vida", contó Michel sobre cómo tomaron la decisión de buscar a Antón.

"Niñito contundente, inquieto y sensible, torbellino de sensaciones, la persona que más habla de todas las personas que conozco, poniendo caritas de monstruitos todo el día, pero pasándote de cama en el medio de la noche porque nos extrañás", fue como describió Celeste sobre Antón, súper embobada.