Los días pasan en la vida de Silvina Luna y su estado tan delicado parece no tener avances. En un retroceso muy significativo, la modelo se encuentra atravesando horas determinantes y junto a su familia están esperando un nuevo milagro.

Hace unas semanas, Silvina tuvo una clara mejoría y que esperanzó a todos. Sin embargo, comenzaron a nacer algunas nuevas complicaciones, como sus ataques de pánico, una infección en el brazo, atrofia muscular y hasta que finalmente su cuerpo dejó de responder al tratamiento.

En medio de una situación muy desfavorable para su salud, en diferentes programas hablaron sobre su caso. A raíz de la inesperada muerte de Mariano Caprarola a causa de un problema similar y que también fue paciente de Aníbal Lotocki, un cirujano plástico hizo una terrible confesión.

“Yo hace tiempo que lo vengo diciendo, que iban a ser los leprosos del siglo XXI los pacientes que tenían inyectado este tipo de sustancia. Lamentablemente es un veneno, es una sustancia que es imposible retirarla del organismo totalmente”, reveló Cristian Pérez Latorre en Bien de Mañana, Canal 13.

En un cuadro desolador y que es muy preocupante para el futuro de Luna, habrá que seguir de cerca a cómo continúa en los próximos días. Lo que explicó este profesional de la salud, es que el material que Lotocki les aplicó en su cuerpo, una vez que llegó a la sangre termina siendo fatal.

“La mayoría de los pacientes que tiene puesto este tipo de sustancia tienen las mismas características de la enfermedad, que desarrollan una insuficiencia renal crónica. Les baja mucho el calcio, les aumenta el potasio de magnesio, y al aumentar el potasio de magnesio, el corazón empieza a trabajar con una falla cardíaca, una arritmia ventricular, y el paciente de muere en horas, no hay forma de salvarlo”, comentó Pérez Latorre.

Generando fallas múltiples y atacando directamente a los órganos, el cirujano sabe que los médicos del Hospital Italiano están frente a una paciente que corre mucho riesgo. La modelo se encuentra luchando por su vida y jamás imaginó que este sería el resultado luego de operarse en 2011.

“Parte del material queda alojado en el lugar, y por eso da el volumen, pero el resto del material pasa a la sangre y se va distribuyendo por las arterias, vuelve por las venas al riñón, del riñón al corazón…y todos los días, hace una intoxicación masiva”, concluyó Latorre.