Roberto Giordano era sinónimo de glamour y moda. El peluquero de las famosas fue un ícono de la década del 90 y comienzos de los 2000 y su frase “qué noche Tete” sigue en el inconsciente colectivo de gran parte de la sociedad argentina. Sin embargo, desde hace tiempo está totalmente desaparecido de escena.

En 2010, fue declarado en quiebra por la Justicia y en medio de una situación legal complicada decidió abandonar el país y radicarse en Uruguay, sin pensar que los problemas los seguirían hasta allá. En 2014 fue procesado por evasión provisional de más de seis millones de pesos y por insolvencia penal fraudulenta.

Esto llevó a Roberto Giordano a ser embargado por 30 millones de pesos sobre sus activos. Pero eso no fue todo, porque también se le aplicó una pena de dos años y cuatro meses de prisión en suspenso, lo que indica que hasta el momento no se determinó que fuese detenido.

Su causa comenzó a estudiarse en 2005 pero la pena fue definida recién en 2020. Durante todos esos años de investigación, el peluquero habló al respecto en más de una ocasión. Primero, cuando comenzaron los allanamientos a sus famosas peluquerías, había dicho en diálogo con Pronto: "Soy un alto contribuyente y tengo más riesgo que cualquier otra persona, sobre todo porque soy una persona pública, pero absolutamente estoy a disposición de la justicia y de la AFIP; soy transparente”.

Años después, en comunicación con la misma revista, expresó: "Si me toca ir a la cárcel, les voy a cortar el pelo a los presos”. De esa manera dejaba en evidencia que no se tomaba enserio la pena que estaba por caer sobre sus hombros.

Con respecto a la manera en la que se tomaba las acusaciones en su contra, también había dicho que se sentía agradecido por la prensa que eso le daba: "Agradecido con las acusaciones porque después de eso se llenaron las peluquerías. La gente fue para ver qué me había pasado, y además de hacerse un corte o peinarse, me preguntaban cómo estaba. Esto en mi vida son números, y en la vida los números no tienen que afectar. Lo importante es que los afectos estén bien”.

Hasta el momento la pena de prisión de Roberto Giordano continúa en suspenso y él sigue alejado del país en el cual nunca se tomó enserio pagar los impuestos y por el contrario los consideró una burla. En Uruguay, aseguran que se puso una peluquería que no atiende él, pero con la que sigue facturando miles de pesos y a la espera de saber qué pasará con su futuro.