La salud de Jorge Lanata está en un momento crítico y a donde nadie sabe qué ocurrirá con su futuro. Su esposa, Elba Marcovecchio, se encuentra haciendo todo lo que está a su alcance y de hecho se mostró muy angustiada por su delicada situación.

Con cuatro operaciones en una semana, el cuerpo de Lanata sigue resistiendo. Pero su alrededor hay una batalla feroz entre las hijas de Jorge, Bárbara y Lola, con Elba, pero ahora se sumaron dos nuevas protagonistas: Andrea Rodríguez y Sara Stewart Brow.

La ex mujeres del periodista tienen una pésima relación con Marcovecchio, pero no así con el conductor y sus hijas. En medio de fuertes y graves acusaciones, con cartas documentos por doquier, la tensión aumenta cada vez más.

Ahora resulta que Sara decidió esgrimir un poder que según ella deslegitimaba el que ostenta Marcovecchio como esposa, y de hecho, el propio Lanata fue quien se lo firmó. Y como la actual pareja del periodista se llamó al silencio ante la prensa, volvió a la carga en sus redes, pero también con una carta documento.

“Encierra una actitud de irrespeto de las actitudes libres que ejerció Jorge, por ejemplo, casarse y otorgarme un poder para que dirija el barco en su ausencia", recitó Elba, quien al ser abogada se defiende a ella misma.

Furiosa con esta situación y a donde cree que nadie piensa en Lanata, disparó sin filtros: “Una vez más me veo obligada a defenderme ante los inmerecidos ataques y tergiversaciones públicas que nada tienen que ver con la verdad. Resulta inverosímil que haya quienes tengan fuerzas y ansias de rivalidad en este momento donde Jorge pelea por su vida como nunca antes...".

“No he sido yo quien ha iniciado este doloroso enfrentamiento, cuyas razones solo reflejan lo que alguna vez me dijo Jorge: "Se van a matar por la plata". Se quedó corto. Al menos yo jamás hubiera imaginado que para tal fin llegarían a pedir la determinación de capacidad de su propio padre, el periodista más brillante de la Argentina. Sus actos hablan por ellas”, destacó Elba, furiosa.

Y al finalizar no se guardó nada: “Por respeto a Jorge elijo no hablar y solo me limitare a salvaguardarme de sus ataques y cumplir con lo que Jorge me encomendó. Ruego que pronto sea él quien pueda defenderme, como tantas veces se vio obligado a hacerlo, ante ellas y otros. La verdad siempre nos alcanza... Siempre”.