Marina Calabró contó los problemas que enfrenta con Horacio Cabak y Eduardo Feinmann: "Estoy..."
Fuerte relato de Marina.Marina Calabró cumplirá 51 años el próximo 13 de diciembre y se prepara para festejarlo con todo. Claro que una figura principal que no puede faltar es Rolando Barbano, su gran amor y que confirmó su relación hace apenas unos días.
Junto al periodista especializado en espectáculos, Marina está viviendo un momento de lujo y protagonizando uno de los grandes romances dentro del espectáculo. Con cientos de idas y vueltas que tuvieron, la pareja finalmente decidió vivir su romance a pleno.
Barbano, quien enfrentaba más prejuicios con esto, decidió soltar cada uno de ellos y vivir intensamente su relación. Dejar una relación y entrar en otra, principalmente por sus hijos, era algo que lo incomodaba y por eso no quería presentarla.
Ahora bien, en esta ocasión Marina no se hizo viral porque ella tampoco hizo la presentación oficial de Rolando en familia, algo que pretende hacer a fin de año, sino que por un mal momento que atravesó en La Nación+.
Entre los cambios de temperatura que hubo, con mucho calor de por medio y pasando por el frío, mucha gente comenzó a usar el aire acondicionado y a Calabró eso le generó algunos problemas al ser alguien que se ve afectada por esta cuestión.
En su discurso decidió apuntar directamente contra Horacio Cabak y Eduardo Feinmann, quienes fueron los que pidieron que les prendan ese artefacto electrónico, y las consecuencias negativas las terminó pagando Marina.
“Yo estoy un poquito apestada, así que no se sorprendan si, de repente, empiezo a toser o si me quedo sin voz. Hoy en el ‘noti’ tuve un par de episodios complicados, pero bueno, cosas que pasan, nada grave. El cambio de clima me dicen, para consolarme, pero en realidad estoy ahí”, destacó Marina.
Y al finalizar, agregó. “Yo no soy de tener aire acondicionado prendido, pero bueno…Cabak y Majul están apestados…¡Este es el germen ‘majulístico’! Porque en realidad empezó él y se fue esparciendo este bicho exótico. Igual nada grave y, además, cómo uno puede estar mal con treinta y dos grados de temperatura y una térmica de treinta y ocho ¡Esto es felicidad! ¡Qué maravilla este octubre!”.