Al parecer el trago amargo que involucró la separación de Carolina Pampita Ardohain con Roberto García Moritán es cosa del pasado. Si bien los papás de Anita Moritán anunciaron su separación hace menos de un mes, aparentemente ya se olvidaron completamente el uno del otro. 

Esta semana se conoció el nuevo romance que estaría comenzando Pampita con su coterráneo, el polista Martín Pepa. Cuando comenzaron los rumores por las redes sociales todo fue confusión ya que muchos pensaron que se trataba del ex jugador de Gran Hermano que había hecho la compra ilógica, pero que quedó para la historia, de 15kg de lechuga.

Un usuario de la red social X escribió sorprendido: "Naaaa, esto pasa en este país nada más. No puede haber dos Martinpepas y que los dos hayan nacido en La Pampa, hermano". Una vez aclarado quien realmente era el pretendiente de la modelo se supo que ambos tenían historia, ya que se conocieron de adolescentes en su provincia. 

En el programa Socios del Espectáculo, hablaron de este incipiente noviazgo. Los conductores, Adrián Pallares y Rodrigo Lussich afirmaron: “Todos estos días él la está billeteando. Esto quiere decir que él la invita a comer, a salir o a ir a cualquier lado y paga todo, absolutamente todo”.

“Desde que se abre la primera puerta hasta que se cierra la última, y eso a ella la tiene fascinada porque nunca le pasó algo así", sostuvieron. Sobre el lugar que ocuparía la modelo en la vida de Pepa, Lussich manifestó: "Este romance la pone en ese lugar al que tanto le gusta pertenecer a la high society del mundo del polo, algo que ya ha intentando una vez”

“Es algo aspiracional evidentemente para ella a la hora de elegir candidatos y este hombre le suma desde ese sitio, pero hay que ver si los integrantes que son de cuna, según ella, la aceptan. Susana quiso también en su momento con Roviralta y la experiencia fue pésima", enfatizó Rodrigo. 

Mariana Brey advirtió a Carolina y expresó: "Pertenecer está buenísimo, pero después los costos son altísimos". "Hay que ver si Pampita va a poder romper esa barrera con las chetas que no la quieren, porque para ellas será siempre la muqui. ¡Entonces es complicado!”, sentenció Lussich.