Inesperado
La inesperada confesión de Sol Pérez sobre su embarazo: "Era un montón"
La comunicadora fue contundente sobre el proceso que está atravesando.A una día de haber confirmado su embarazo, Sol Pérez fue contundente sobre el proceso que está atravesando y reveló qué es lo peor que ha sentido desde que se enteró que iba a ser mamá.
"Nosotros, desde que nos casamos, empezamos a buscar. Primero dijimos que queríamos disfrutar de la vida, viajar mucho y estar nosotros solos pero después los dos arrancamos con muchas ganas de buscar un hijo. ´Bueno, ya es momento de tener un bebito´, decíamos pero a la vez, con los horarios y todo, se nos complicaba encontrarnos para buscar", comenzó.
Y agregó: "Lo que quiero decir es que cuando estás buscando un hijo, te explican que mínimo tenés que esperar 48 horas para tener relaciones y pegarle a la fecha en la que estás ovulando. Para mí eso era un montón tener que andar calculándolo y me resultaba casi imposible. Guido viaja mucho y todos los meses yo iba y me hacía un test de embarazo. Ahí la mente me empezó a jugar una mala pasada y hasta me dejó de venir".
"Había meses en los que no me venía, me puse un poco irregular en los períodos y eso me hacía perder el control de todas las fechas. Justo en junio no me vino, entonces me hice un test pero me dio negativo. Fui a la ginecóloga, me mandó a hacer una batería de estudios y en eso me hicieron una transvaginal", sumó Sol.
"Ahí salió que estaba ovulando, así que volví a casa y le dije a Guido: “¡Es ahora!”. En julio, cuando no me vino, sospeché que podría haber quedado embarazada pero tenía mis dudas porque el mes anterior no me había venido y todo era incertidumbre", remarcó.
"Me hice el test y dio positivo. Guido estaba afuera, de viaje y él se la veía venir porque pensó que iba a ser un camino eterno, con altos y bajos. Ya me escuchaba llorar y sabía que venía por ese lado. Para el hombre es más difícil entender a una mujer cuando tiene ganas y no se puede", sostuvo Pérez.
"Cuando Guido me escuchó llorar, entró a la habitación pensando lo peor y que iba a ser otra vez lo mismo. Pero ahí le dije: “¡Estoy embarazada, me dio positivo!”. El no entendía nada y me respondió: “No, eso está mal. Es un falso positivo”. De los nervios, él no sabía si llorar o preocuparse porque temía que nos dijeran que no en algún momento", sentenció.
"Le pedí que me llevara a ver a mi mamá porque no aguantaba las ganas de decírselo y no quería que fuera por teléfono. Salimos en el auto, pasamos primero por el negocio donde trabaja mi papá, me bajé del auto a contarle la noticia y apenas le comenté que quería contarle algo, me respondió: “Estás embarazada”. Y mi mamá apenas llegué y le mostré el evatest, no entendía nada. Fue mucha sorpresa y emoción", cerró.