La relación entre Javier Milei y Yuyito González ha captado la atención de los medios y la opinión pública desde que se oficializó. El romance no ha estado exento de comentarios, especialmente de figuras mediáticas que no temen expresar opiniones controvertidas, como Viviana Canosa. La periodista, fiel a su estilo provocador, lanzó fuertes declaraciones sobre la pareja, insinuando que su relación podría responder más a intereses políticos y mediáticos que a una conexión auténtica.

Durante una entrevista para el programa "Intrusos" de América TV, Canosa no dudó en emplear el sarcasmo para opinar sobre la relación: "Muy linda la relación, hermosa. Seguro que se casan, tienen hijos y comen perdices. Es lo que hay". Con estas palabras, dejó en claro que no cree en la autenticidad del vínculo y considera que la relación se desarrolla bajo una fuerte influencia de intereses externos. Según Canosa, el papel que juega González en la vida de Milei no es casual. "El rol que está jugando Yuyito es perfecto para él", señaló, destacando que la figura de la conductora aporta un aire de estabilidad y apoyo que, en su opinión, el mandatario necesita en este momento.

La periodista profundizó en su postura y sugirió que la relación podría durar solo hasta que Milei considere que ya no le es útil. "Yo creo que hasta que le sirva a Milei van a estar bien. Cuando no le sirva más, la va a descartar y va a aparecer otra, como hizo con Fátima", expresó, recordando la anterior relación de Milei con la imitadora Fátima Flórez. En este sentido, Canosa destacó las diferencias entre González y Flórez, insinuando que Fátima tenía un carácter más independiente, lo que, a su juicio, no se alineaba con las expectativas del presidente ni de su entorno cercano. "Fátima era más empoderada, entonces no era la persona que él y su hermana necesitan, y Yuyito lo hace muy bien, tiene más experiencia", afirmó.

Más allá de los comentarios sobre la relación, Canosa también aprovechó para criticar el contexto político actual, al que se refirió de manera despectiva. "Este Gobierno es un circo. Viva la libertad, pero la de verdad", añadió, dando a entender que, según su perspectiva, el gobierno y su entorno están más enfocados en las apariencias y el espectáculo que en un ejercicio genuino de sus funciones. Su frase sugiere una postura crítica hacia lo que considera un manejo superficial y manipulador de la política, en el que las relaciones personales de los funcionarios pueden ser utilizadas como herramientas mediáticas.