Carmela Bárbaro estuvo por varios programas dedicados al espectáculo el pasado miércoles 21 de febrero. En todos ellos recordó lo que vivió con Gerardo Rozín y reveló cómo fue la última charla que tuvieron.

"Uno cree que sí, que se va preparando... Y lo cierto es que me parece que no hay una manera. Y además no podés saber qué es lo que viene después, como se te acomoda la vida o no", comenzó.

"Yo te puedo decir hoy que mi hija (Elena) está bien y que fueron años muy difíciles, de mucho trabajo, de mucha dedicación, de mucha renuncia personal también. Siento que es lo que tenía que hacer y que rindió sus frutos", sumó.

Y agregó: "Eso de alguna manera me enorgullece, me alivia. Pero fue muy difícil: tenía 51 años, mi hija tenía 11. Yo tengo un nene más chiquito. Y aparecen miedos, aparecen problemas. Él me llamaba todas las noches a las 12 de la noche".

"Y era una carga fuerte porque, primero nos reíamos mucho, y después terminábamos hablando de la muerte, de las cosas que él quería cuando se muera y me pedía que yo lo anote", señaló Carmela.

"Yo terminaba llorando a veces hasta las 5 de la mañana y me acuerdo que hablé con mi analista de esto y con mis amigos, y decidí hablar con Gerardo para decirle que no podía soportar esto porque me dejaba rota todas las noches", cerró.

Por otra parte, contó una increíble historia sobre el hijo que tuvo como mamá soltera: "Cuando lo hice había mucho huecos legales, era un poco gris. Ahora se reguló un poco más. Si vas a inscribir un chico que nació de una inseminación hay un expediente. Está el Derecho a la Identidad y tiene que haber algún lugar que diga que el chico nació por inseminación", aseveró.

"Cuando fui a inscribir a mi hija la pregunta del CGP es "presunto padre". Yo dije Bruce Willis. Me maté de la risa en ese momento, pero no me lo quisieron anotar. La pregunta es rara, yo puedo poner a quien yo quiera como presunto", sostuvo.