El programa con las famosas mesas de Mirtha Legrand sigue al frente acaparando un público histórico que se renueva entre generaciones que siguen a la conductora número uno de la televisión argentina.

Esta vez, en una mesa con figuras resonantes, la protagonista fue la conductora quien recordó uno de los momentos más difíciles de su vida que fue el fallecimiento de su hijo Daniel Tinayre.

A pesar de tener 97 años de trabajo, éxito inconmensurable, una vida estable y una familia consolidada desde siempre, el 20 de abril de 1999 quedará marcado a fuego para siempre tras el fallecimiento de su hijo, quien luchó por su vida contra un cáncer de páncreas.

Cabe recordar, que Daniel vivió una vida al margen de las luces de su madre, con un perfil bajo,a pesar de compartir su pasión como director de cine. Finalmente el hijo de Mirtha y Daniel decidió ponerse una veterinaria en Palermo junto a su pareja Roberto Gerosa.

Lo cierto es que sobre la mesa y con la depresión como tema de reflexión, a cargo del doctor Daniel López Rossetti,  José María Muscari hizo una pregunta sensible: “¿Te ponés triste alguna vez Mirtha?¿Qué cosas te entristecen?”.

La histórica conductora no titubeó un segundo y recordó las ausencias que dejaron una huella en su vida y un vacío imposible de llenar, como fueron la partida de Danielito, el fallecimiento de su hermana Goldy y una etapa de soledad compleja.

En respuesta a la pregunta de Muscari, Mirtha recordó: “La falta de seres queridos. La falta de mi hijo, de mi hermana, de mi marido. Me quedé muy sola. La soledad es terrible pero la supe vencer. El trabajo me salvó muchísimo. Ahora podría no trabajar y sin embargo lo hago, me gusta. Me hace bien”.

La Chiqui continúa al frente de su histórico programa como parte de una vida activa laboralmente y como herramienta esencial para combatir la soledad: “Lo hago porque me da placer. Huyó de la depresión sin darme cuenta”.