La vida de Jorge Lanata se encuentra en un momento muy delicado y en donde nadie de su familia, ni los médicos, pueden confirmar que salga adelante. Atravesando por los días y horas más críticas, el periodista finalmente fue trasladado hacia otra clínica.

Esto no hizo más que agudizar la pelea que hay entre las hijas de Lanata y Elba Marcovecchio, quienes tienen grandes diferencias a la hora de tomar decisiones, y, aunque siempre buscan consensuar, Jorge le firmó un poder a su esposa.

Y por estas horas, la que salió a hablar sobre el conductor de 69 años es Elisa Carrió, quien estuvo junto a Ángel de Brito en Bondi, su programa de streaming. Allí contó cada una de las situaciones y dolores detalles que sabe sobre el conductor de Radio Mitre y El Trece.

“Yo la acompaño a Elbita, trabajamos juntas, tenemos casos en el estudio jurídico. Hay que orar por él, porque una vida tan terrible y una voluntad de vivir tan enorme; una creatividad tan enorme”, comenzó diciendo Carrió sin perder las esperanzas.

Pese a que el cuadro es adverso y cada vez parece complicarse más, Elisa quiere lo mejor para Lanata. Ayer fue Yanina Latorre la que contó toda la verdad y lo que se oculta en su familia, por eso es que Elisa aportó más información.

“Yo tengo fe. Siempre lo respete y lo quise pero fue un entendimiento en común. Con Elbita sí. Mi relación es de treinta años y he estado con él gracias a Dios, éramos liberales los dos de izquierda. Él es un tipo muy valiente, de un coraje sin igual”, sostuvo.

Pero también contó cómo el cuerpo de Lanata comenzó a pasarle factura por lo que fue su juventud, el cigarrillo y demás vicios que lo llevaron a agravar su situación a punto tal de que llegó a necesitar asistencia respiratoria.

“Dios lo paró y por algo lo paró, yo quiero que siga viviendo. A veces Dios te para, como a mí. Dios te para’ decía porque ella me contó en otra parte de la nota que había tenido dos ACV el año pasado. Habló de eso porque estaba en momentos difíciles y sintió que Dios la había parado a través de su salud”, sentenció Carrió.