El lunes pasado, después de unas merecidas vacaciones, Nicolás Occhiato volvió a conducir su programa, Nadie Dice Nada, por Luzu TV. El magnate del streaming no lo hizo solo, lo acompañaron su novia, Flor Jazmín Peña, la actriz Momi Giardina, el actor Santiago Talledo y el humorista Martín Garabal.

El equipo se dedicó a relatar episodios vividos en su tiempo de descanso pero lo que llamó la atención fue que Nico decidió exponer una experiencia poco agradable que vivió junto a Flor en uno de los destinos que eligieron para relajarse durante la licencia. 

En primera instancia la feliz pareja, quienes cumplieron un año de novios, dispusieron que el primer lugar que visitarían sería New York, ciudad del país del norte que aman por sus noches interminables y la facilidad de poder entregarse al consumismo y recorrer cada una de sus tiendas para hacerse de aquellos productos que tanto desean. 

Luego de la vorágine de la ciudad, Occhiato y Peña, quisieron visitar la playa por lo que buscaron un hotel que cumpliera con todos sus deseos, un all inclusive, de cinco estrellas para dedicarse pura y exclusivamente a disfrutar. Hasta ese momento eran las vacaciones soñadas, pero la bailarina descubrió algo y comenzó el horror.

Fue Flor quien admitió: “Este lugar nos generaba confianza, había poca gente, pensábamos que ahí no iba a pasar. Un trato preferencial, un lugar que parecía que se conocían todos con todos”. Por lo que cuando revisó sus pertenencias y se percató que algo no andaba bien le comunicó a Nico: “Mi billetera está más flaquita, acá falta plata”.

Visiblemente alterado el dueño de Luzu se dirigió a la recepción para pedir explicaciones, ya que sus cosas estaban en la caja fuerte de la habitación, y se topó con una respuesta inesperada: “No nos vamos a hacer cargo”. En ese momento, fiel a los tiempos que corren, Occhiato decidió grabarlos y les advirtió: “Si no nos devuelven el dinero, voy a publicar todo esto”.

La situación fue escalando hasta llegar a hablar con un supervisor que revisó las cámaras de seguridad y pudo detectar que alguien había abierto la caja de seguridad con una llave maestra, por lo que les dijo a la parejita que el dinero sería devuelto por la aseguradora en tres días. Nicolás no aceptó y les exigió: “Lo quiero en efectivo. Es lo que corresponde”.