El escándalo entre Wanda Nara y Mauro Icardi suma un capítulo crucial con la revelación de las pericias psicológicas realizadas tras el incidente en el Chateau Libertador. Los resultados, dados a conocer por Ángel de Brito en LAM, pintan un panorama alarmante.

El informe de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) confirma "una situación de violencia de género". Sobre el futbolista, las pericias arrojaron un "déficit de manejo de la frustración y búsqueda de alternativas a la solución". En palabras de De Brito, esto significa que "los psicólogos ven que arrastra maltrato de su familia".

En contraste, el informe describe a Wanda Nara como "lúcida y coherente en su relato", aunque "a través del llanto se denota su angustia". Los resultados concluyen que existe "una situación de riesgo medio" para la empresaria.

Esto es debido al "desborde del evento convocante", el "impacto en la calidad de vida" y la "fragilidad que revestiría su estado de salud".

La situación de las menores es aún más preocupante. El documento indica un "alto riesgo" por "su instrumentación como objetos de disputa, la participación activa en las escenas entre adultos, las maniobras físicas de retención, la mención a alterar el centro de vida actual...".

Ante estos resultados, la OVD resolvió que "se arbitren los medios para el acotamiento" de las situaciones explicadas. Además, se recomendó que el futbolista inicie un tratamiento psicológico y psiquiátrico para poder revincularse con sus hijas, que la empresaria continúe su terapia y que las menores tengan un espacio de escucha psicológica.