El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona sigue sumando capítulos escandalosos. Mientras las audiencias avanzan con testimonios impactantes, en las últimas horas se conocieron comprometedores chats entre dos de los implicados más polémicos de la causa: el psicólogo Carlos Díaz y la psiquiatra Agustina Cosachov.

Los mensajes, revelados este sábado 12 de abril en el programa Cámara del Crimen conducido por Ricardo Canaletti en TN, muestran un diálogo escalofriante en el que Cosachov sugiere haber tenido relaciones íntimas con Maradona mientras el astro se encontraba internado bajo su tratamiento.

En la conversación, Díaz le comenta a Cosachov que Verónica Ojeda, ex del Diez y madre de su hijo menor, quería llevárselo a La Plata. Pero lo verdaderamente explosivo vino después, cuando el psicólogo lanza sin filtros: “Te garchaste al Gordo, ¡sinvergüenza!”. A lo que Agustina responde, con una liviandad que heló la sangre en el piso: “Y bueno, jajajajaja, terapia es terapia. Cada uno con su técnica”.

La reacción en el estudio fue inmediata. Canaletti no podía disimular su asombro. Pero fue Ojeda, invitada del programa, quien le restó dramatismo al tema, asegurando que eso ya lo sabía: “Eso no es nada. Las barbaridades que dice Díaz sobre mi persona son peores”, disparó sin pestañear.

Este nuevo escándalo no hace más que reforzar las dudas en torno al entorno que cuidaba, o debería haber cuidado, a Maradona. Verónica, al igual que Dalma y Gianinna, ha apuntado con fuerza contra los médicos, psicólogos y acompañantes terapéuticos que rodearon al ídolo en sus últimos días.

La figura de Agustina Cosachov ya venía siendo cuestionada, y este nuevo dato, aunque no está judicializado aún, la deja en el centro de una tormenta ética y profesional. A esto se suman los audios filtrados días atrás, en los que Cosachov y Leopoldo Luque, el ex médico personal de Diego, discutían con una frialdad inquietante sobre el estado de salud del Astro.

Incluso se llegó a hablar de un presunto “plan para su muerte”, lo que ya motivó denuncias por homicidio culposo. Mientras tanto, el juicio sigue, pero la memoria de Maradona parece cada día más ultrajada por quienes debieron cuidarlo.