Después de días de intensos rumores, Melody Luz finalmente rompió el silencio sobre su reciente separación de Alex Caniggia, y sus palabras fueron contundentes. A través de sus historias de Instagram, la bailarina se sinceró sobre el fin de su relación con el excéntrico mediático, dejando entrever un profundo malestar durante el tiempo que compartieron juntos.

Con un tono sereno pero firme, la influencer comenzó su mensaje: “Hola a todos, ¿cómo están? Espero que hayan tenido un muy buen fin de semana. Yo vengo por este medio para aclarar un par de especulaciones feas que se estuvieron diciendo sobre mí”.

Acto seguido, dejó en claro que tanto ella como el hermano de Charlotte Caniggia son libres de rehacer sus vidas, priorizando su rol como padres de su hija en común: “Así como mi expareja ya se expresó en sus redes sociales, los dos somos libres de hacer lo que queramos. Los dos opinamos mutuamente que somos muy buenos padres, y es lo que hoy en día importa”, afirmó.

Sin embargo, la parte más reveladora de su mensaje llegó cuando la bailarina se refirió a sus sentimientos durante la relación. Sin entrar en detalles sobre los motivos de la ruptura, fue directa al grano: “No van a tener detalles de qué fue lo que pasó. Lo único que les puedo decir es que yo no fui feliz por mucho tiempo, por muchas razones. Y siento que me lo merezco. Que merezco ser feliz, que merezco hacer las cosas que sienta que me hagan bien, y que no molesten a nadie”. Estas palabras dejan entrever un profundo malestar que habría marcado sus últimos tiempos junto al mediático.

A pesar de su contundente declaración sobre su propia infelicidad, la artista también tuvo palabras de respeto y buenos deseos para quien fuera su pareja durante un tiempo considerable. En un gesto que busca priorizar la armonía familiar, resaltó el rol de él como padre: “Solo a él le deseo felicidad, porque es una muy buena persona y siempre va a ser el papá de mi hija”, concluyó.

Tras el anuncio de la separación, la influencer también compartió una imagen que reflejaba su estado de ánimo. Una fotografía de dos sillas vacías frente a una barra transmitió una sensación de soledad y vacío, evidenciando que, a pesar de sus fuertes palabras, el final de la relación con el padre de su hija no le resulta indiferente.

Paralelamente a esta expresión de sus sentimientos, la bailarina continuó compartiendo videos de sus clases de danza, mostrando que busca refugio y bienestar en una de sus grandes pasiones en este momento de cambios personales. Estas imágenes contrastan con la tristeza implícita en la fotografía de las sillas vacías, mostrando una dualidad en su proceso de sanación.

Las declaraciones de la influencer no hacen más que confirmar los rumores que circulaban en los últimos días sobre una posible crisis en la pareja. Su sinceridad al admitir su infelicidad durante la relación ofrece una perspectiva cruda sobre el final de este mediático romance, dejando en claro que, más allá de la imagen pública, las emociones personales juegan un papel fundamental en las decisiones de pareja.