La ex Gran Hermano, Marianela Mirra, rompió el silencio y destapó una olla a presión sobre su relación con el ex gobernador de Tucumán, José Alperovich. En una serie de mensajes revelados por Pepe Ochoa en LAM (América TV), la tucumana detalló los motivos de su separación, pintando un panorama de amenazas, manipulación familiar y un abrupto final telefónico.  

"Me separé. Pasábamos del casamiento a que el tipo no le guste algo de mí y planteara que no confía. Me dejó por teléfono", confesó Mirra, dejando entrever una relación marcada por la inestabilidad y la falta de comunicación. Pero la cosa no quedó ahí. La ex participante del reality apuntó directamente a la influencia de los hijos del ex gobernador, describiendo un ambiente familiar tóxico y controlador.

"Sumado al poder que tienen los hijos sobre él, que cada vez que lo han ido a ver le han dicho 'mirá lo que hacemos por vos para que te hagas el vivo', y un sinfín de cosas como familia que yo no comprendo. Jamás se iba a dar, lo presionan mucho. Yo creía que las decisiones de todo las tomaba él, estaba confundida", reveló Mirra, dejando entrever una manipulación constante por parte del entorno familiar.

El relato de la tucumana se tornó aún más oscuro al hablar de las amenazas y el maltrato. "Yo ya no tengo más cuerpo ni cabeza para afrontar tanto. Mirá que la vida al lado de él yo sabía que no iba a ser color de rosas, porque yo tenía que cuidar a un enfermo. Me cansé del maltrato, de las amenazas constantes de la hija más chica. Yo pasé un infierno, la verdad", confesó con crudeza.

La ex Gran Hermano también desmintió las versiones sobre un supuesto interés económico en la relación. "Siempre poniéndole fuerzas y ganas, creo mucho en la gente, pero no, ya esto no daba para más. Es muy fuerte, fueron muchos años. Yo iba a firmar convenios y cosas que no me importaban con respecto a su plata", aclaró, dejando entrever que estaba dispuesta a renunciar a cualquier beneficio económico.

El final de la relación, según sus palabras, fue tan abrupto como doloroso. "Lamentablemente, cortamos por teléfono. Cuando volvía para Tucumán hablamos tantas cosas, tanto, que se me revolvía el teléfono. Me dolió mucho el pecho, sabía que era una tomada de pelos gigante lo que me estaban diciendo", relató Mirra, describiendo el impacto emocional de la ruptura.

A pesar del sufrimiento, la tucumana se mostró decidida a seguir adelante. "Yo jamás lo dejé. Siempre estuve en la mierda con él, porque para los lujos y riqueza había otra gente. Fin del tema: me hizo un favor, la vida sigue, muy triste sería no hacer cosas por mí", sentenció, cerrando un capítulo oscuro de su vida.

Las explosivas declaraciones de Mirra generaron un revuelo mediático, dejando al descubierto una relación marcada por la toxicidad y el control familiar. La tucumana, tras años de silencio, decidió alzar su voz y contar su verdad, dejando en claro que no está dispuesta a tolerar más maltrato ni amenazas.