El escándalo mediático entre Viviana Canosa y Lizy Tagliani no para de generar repercusiones, y una de las voces que se sumó al debate fue Amalia Granata. La diputada y panelista brindó su sincera opinión en el programa A La Tarde (América TV), donde sorprendió a todos al enfocarse en un aspecto poco mencionado: el impacto emocional que puede tener este conflicto en el niño que vive con Lizy.

Amalia Granata explicó que su primera reacción no tuvo que ver con lo mediático ni con las acusaciones, sino con la preocupación por el bienestar del menor. “Lo primero que pensé es en el chiquito que está con Lizy. Hay muchos chicos entre 5 y 17 años que no son adoptados porque la mayoría de las parejas quiere bebés. Es un tema que trabajo en la Legislatura”, señaló. Con estas palabras, puso el foco en una problemática social mucho más amplia que trasciende el espectáculo.

La política remarcó que cuando un niño encuentra una familia que lo contiene, lo cuida y lo hace sentir seguro, ese vínculo tiene un valor enorme. “Cuando un nene de esa edad está con una familia que lo quiere, que lo levanta en una cama calentita, que lo baña, que lo cuida... pensé: pobre ese chico si se lo sacan”, confesó Amalia Granata, dejando ver su costado más sensible.

En medio de las acusaciones de Viviana Canosa —que incluso llegaron a la Justicia bajo la figura de presunta trata de personas—, Amalia Granata optó por dejar que los tribunales decidan. “Lo mediático viene después, la Justicia dirá si es verdad o no. A mí me preocupaba ese pobre chico que tiene que volver a un hogar después de encontrar una familia que le dio amor”, expresó.

Consultada sobre qué haría ella si estuviera en el lugar de Lizy Tagliani, Amalia Granata fue clara: no perdería tiempo ni recursos en una pelea judicial. “Gastar energía en un juicio, plata... después esto termina en una mediación. Si esto no es verdad y Canosa dice ‘me equivoqué, pido disculpas’, toda mi energía la pondría en darle más amor a ese chiquito”, aseguró.

La panelista también aprovechó el espacio para criticar cómo los medios alimentan estos conflictos, poniendo el rating por encima del daño emocional que pueden provocar. “A veces pienso que se olvidan de que hay un niño en el medio, no es solo un tema de famosos peleándose. Detrás de cada noticia, hay personas reales que sufren”, sostuvo Amalia Granata, marcando su posición frente al tratamiento mediático del caso.

La reflexión de Granata dejó al descubierto una faceta menos comentada de este escándalo: la de los menores que quedan atrapados en medio de conflictos ajenos. Mientras los medios se enfocan en las acusaciones cruzadas, Amalia llamó a mirar hacia quienes realmente podrían salir dañados.

Este caso sigue abierto y, mientras la Justicia investiga, las declaraciones de figuras públicas como Amalia Granata suman matices al debate. Lo que queda claro es que, más allá de lo mediático, hay una dimensión humana que no debería ser ignorada.