El conflicto entre Mauro Icardi y Wanda Nara por la tenencia y el régimen de visitas de sus hijas sumó un nuevo y escandaloso capítulo. En medio de una batalla judicial cada vez más tensa, el futbolista del Galatasaray confirmó que su mudanza a Turquía es inminente. Sin embargo, el gran dato es que Eugenia la China Suárez no lo acompañará, en medio de una profunda crisis de pareja.

El delantero está desesperado por ver a sus hijas, Francesca e Isabella, y así lo dejó en claro en una reciente presentación judicial. “Señor juez, se me acaba el tiempo. Estoy a punto de irme a Turquía, o las veo ahora o no las veo más”, expresó Icardi en su pedido. La situación, lejos de resolverse, parece complicarse aún más.

Si bien la mudanza al exterior ya está confirmada, su pareja no haría las valijas con él. La ex Casi Ángeles tiene compromisos laborales en Argentina, pero además, los rumores de un fuerte cruce entre ambos complicaron aún más la relación. La situación con las niñas tampoco ayuda: ninguna de las dos quiere convivir con la China, luego de episodios dolorosos.

Uno de los más comentados ocurrió semanas atrás, cuando Isabella rompió en llanto al ser retirada del colegio por su padre y la actriz. Ese momento quedó como un símbolo del vínculo dañado entre la familia ensamblada que Icardi insiste en recomponer.

En su escrito, el futbolista arremetió contra Wanda y su entorno legal: “No habiendo riesgo cierto alguno, ni conducta previa alguna de mi mandante que alimente el mitómano miedo aludido por la madre y su representación letrada, que tanto dañan a las nenas...”. Con tono enérgico, Mauro pidió una medida urgente: “Solicito a Su Señoría se sirva ordenar que las niñas estén con su padre hasta su viaje a Turquía”.

Además, remarcó su intención de restablecer la armonía: “Se solicita que los días que están las niñas, puedan compartir con la familia ensamblada de mi mandante a fin de restablecer el sano vínculo que ya tenían previo a la inoculación del odio que recibieron desde el 6 de enero”.

La novela entre Icardi, Wanda y Eugenia parece no tener final. Pero esta vez, lo que está en juego no es sólo el amor o los escándalos mediáticos, sino el bienestar de dos pequeñas que quedaron en el medio de una guerra sin tregua.