Arbusto de hojas perennes de color verde oscuro, brillantes y lisas. Sus flores son blancas, similares a las rosas y se usan comúnmente como plantas ornamentales. Una flor, colocada en un vasito con agua, puede perfumar con un intenso y agradable aroma una habitación durante un par de días.
El género fue nombrado por Carl Linnaeus en honor de Alexander Garden (1730-1791), un naturalista escoces.
Uno de sus principales requerimientos de cultivo es que necesitan crecer en tierras ácidas compuestas de hierro y con abundante humedad. Pueden llegar a tener una altura promedio de 2 m, dependiendo de la especie. Las temporadas más adecuadas para su cultivo son primavera y otoño.

Resisten temperaturas de hasta 10ºC, pero como norma general su hábitat perfecto es la temperatura media entre los 15 y los 18 ºC en verano, época en la que florece. El suelo recomendable para las gardenias es aquél rico en hierro, con un alto componente ácido.

Además, las gardenias requieren un riego elevado y, a ser posible, agradecen que se haga con agua de lluvia. Durante el verano, es aconsejable regar al menos 3 veces por semana y en invierno es suficiente con uno semanal. Como no soportan muy bien los cambios de temperatura, se recomienda que el agua sea templada.
Es fundamental abonar esta planta cada 15 días en primavera y verano con un poco de fertilizante líquido disuelto en el agua de riego. De esta manera tendrás una planta saludable y de calidad.

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