ÁRBOL

Acebo

Ilex aquifolium, el acebo común, agrifolio o, simplemente, acebo, es un arbusto o como mucho un pequeño árbol de unos 6 ó 7 metros de altura con tronco recto, porte piramidal, que se ramifica desde la base y que puede llegar a vivir 500 años, aunque normalmente no llega a los 100.
martes, 20 de septiembre de 2011 00:00
martes, 20 de septiembre de 2011 00:00

Tiene la corteza lisa durante toda su vida. Al principio es de un color verdoso y a partir del segundo o tercer año va tomando un tono gris oscuro definitivo. Sus hojas son persistentes, simples, pecioladas, alternas, con forma ovalada y, como cualidad más característica, con un borde fuertemente espinoso en los ejemplares jóvenes y en las ramas más bajas en los adultos, careciendo de espinas las hojas de las ramas superiores. Duran unos cinco años y son de color verde muy brillante por el haz y verde amarillento mate por el envés, totalmente lampiñas, muy rígidas y coriáceas.
Es planta dioica y en los ejemplares masculinos, las flores aparecen en grupos axilares de color amarillento. En los femeninos, aisladas o en grupos de tres y son pequeñas y de color blanco o levemente rosado, y se componen de cuatro pétalos y cuatro sépalos parcialmente fusionados en la base.

Producen los ejemplares femeninos un fruto carnoso (drupa), de un color rojo brillante o amarillo vivo, que madura muy tarde, hacia octubre o noviembre, y que permanece mucho tiempo en el árbol, a menudo durante todo el invierno. Contiene en su interior 4 ó 5 "huesecillos" (semillas), que no germinan hasta el segundo año, en caso de ser ingerida por algún ave como el mirlo. Brota bien de cepa y escasamente de raíz.

Se encuentran acebos en el oeste de Asia y Europa formando parte, con ejemplares sueltos, del sotobosque de robledales y hayedos especialmente. Aunque en ocasiones puede llegar a formar un denso matorral como especie dominante. Como requiere siempre de ambientes húmedos y umbríos, se cría en el interior de los bosques o en las laderas de umbría, tajos y hoces de montaña. Asciende hasta más allá de los 2000 metros y siempre en suelos frescos y sueltos, preferentemente silíceos

El acebo tiene una madera muy dura y compacta muy estimada en ebanistería, marquetería y tornería. Toma muy bien los tintes, por lo que se hacen perfectas imitaciones del ébano. De la corteza cocida y fermentada, se obtiene la "liga" que se usa para cazar pájaros, y también contiene un alcaloide, la "ilicina", de propiedades similares a la quinina.
La planta es igualmente usada como adorno para fechas de navidad.
El acebo tiene desde antiguo un gran uso en jardinería por su especial belleza en las hojas y frutos, además de ser un excelente seto ya que tolera bien la poda, por lo que existen gran cantidad de variedades o "cultivares". Se usa tradicionalmente, en origen en el centro de Europa, como adorno navideño, ya que suele tener frutos en esa época, lo que le ha acarreado no pocos daños a la especie, hasta el punto de estar en peligro de extinción en algunas zonas. Hoy es especie protegida en amplias zonas de varios países europeos.
El hecho de fructificar en invierno le da a esta planta un valor ecológico muy importante, al ser una buena fuente de alimento para muchas especies, especialmente de pájaros, en la estación más dura por la escasez de recursos. Estos mismos frutos se consideran purgantes y vomitivos para los humanos, por lo que se ha usado en medicina tradicional. Así mismo, las hojas son diuréticas y, maceradas en vino se emplean como tonificantes.

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