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María Antonieta

María Antonia Josefa Juana de Habsburgo-Lorena, nació en Viena el 2 de noviembre de 1755, más conocida bajo el nombre de María Antonieta de Austria, princesa real de Hungría y de Bohemia, archiduquesa de Austria, reina consorte de Francia y Navarra y más tarde, de los franceses por su matrimonio con Luis XVI.
lunes, 1 de noviembre de 2010 00:00
lunes, 1 de noviembre de 2010 00:00

La joven María Antonieta no se preocupaba demasiado por los estudios y era algo despistada y perezosa aunque rebosaba de gracia y alegría. Fue su madre quien se encargó de que fuese educada para ser reina y la hizo recibir clases de canto, baile, clave, dicción y lengua y literatura francesas.
Su matrimonio con el delfín de Francia, Luis XVI, fue concertado cuando María Antonieta tenía doce años y se celebró dos años más tarde en Versalles.
Al hacer su entrada en París, la pareja fue recibida con vítores y alabanzas del pueblo y pronto, la vida de la capital deslumbró a María Antonieta que iba a la ciudad a menudo, muchas veces, de noche, acompañada por sus cuñados en busca de diversión mientras su esposo, generalmente, prefería quedarse en casa. En 1774, tras la muerte del rey Luis XV, Luis XVI y su esposa María Antonieta fueron coronados reyes de Francia y de Navarra.
Estos nuevos monarcas creaban esperanzas para el pobre pueblo de Francia que esperaba la llegada del bienestar, pero estaban equivocados.
Los nuevos reyes no se preocuparon demasiado de sus súbditos pues el nuevo rey, aunque tenía buena voluntad, carecía de iniciativa y de la inteligencia necesarias para su cargo y lo más atractivo para él era la caza.
Por otro lado, María Antonieta, vanidosa y perezosa, hacía caso omiso a los consejos de su madre y no solo no se preocupaba por los asuntos de Estado, sino que no le importaban demasiado y se dedicaba enteramente a "su mundo": vestidos, peinados, fiestas...
La joven reina, caprichosa y despreocupada despilfarraba el dinero en sus caprichos y en los de sus amigos e incluso se dice que tuvo un romance con el conde sueco Hans Axel de Fersen.
En 1777, el matrimonio de Luis XVI y María Antonieta aún no se había consumado y la joven reina recibió la visita de su madre María Teresa I y de su hermano, el emperador de Austria, Francisco José II, quienes nuevamente le dan consejos esperando que María Antonieta razonase y se convirtiese en una reina trabajadora, pero ella no les tuvo demasiado en cuenta.
Sin embargo, su madre y su hermano sí lograron que el matrimonio se consumase y en 1778 nació la primera hija de los reyes de Francia: María Teresa Carlota de Francia quien, a pesar de no ser el esperado delfín, fue recibida con gran alegría y fue muy mimada por sus padres.
María Antonieta se volvió más cariñosa y maternal con el nacimiento de su hija pero aún así, pronto volvería a su vida de juergas y derroches.
Finalmente, en 1781 María Antonieta dio a luz a un niño, el nuevo delfín de Francia: Luis José.
Más tarde, tuvieron otros dos hijos: En 1785 nació Luis-Carlos y en 1787 nació su última hija María Sofía Helena Beatriz la cual murió con solo un año de tuberculosis.
Poco a poco, debido a los lujosos caprichos que la reina se daba mientras el pueblo pasaba hambre y a ciertos escándalos como el "caso del collar", el prestigio de la reina fue cayendo en picado y llegó a ser muy impopular e incluso odiada e insultada por algunos a pesar de que trató de reducir sus gastos.
En 1789, poco después de la convocatoria de los Estados Generales, murió el pequeño Luis José y en octubre, los ciudadanos asaltaron el palacio armados como soldados reclamando la presencia de los reyes y fue entonces, cuando María Antonieta salió al balcón y les hizo una reverencia a modo de respeto.
Días más tarde, María Antonieta y el resto de su familia fueron obligados a abandonar el Palacio de Versalles y trasladarse al Palacio de las Tullerías.
En 1791 la familia real trató de huir pero fueron apresados en Varennes y trasladados de nuevo al Palacio de las Tullerías.
Luis XVI fue separado de su familia, juzgado y finalmente, guillotinado en la Plaza de la Revolución, ante cientos de ciudadanos franceses.
En 1793, María Antonieta fue juzgada ante el Tribunal Revolucionario y condenada a muerte. Fue el 16 de octubre de 1793 cuando María Antonieta, la última reina de Francia, siendo abucheada e insultada por el pueblo, subió al cadalso y fue guillotinada.

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