Los presidentes de los países que integran el Mercosur cerraron su cumbre en Montevideo con la firma de un documento que renueva el “compromiso” del bloque con la profundización de la integración, ratifica la necesidad de impulsar las negociaciones con otros bloques y expresa su respaldo a los “procesos democráticos de la región”.
El texto fue uno de los pasos centrales del encuentro, junto con el traspaso de la presidencia pro tempore de manos del anfitrión, Tabaré Vázquez, al argentino Mauricio Macri, y el pronunciamiento a favor de un entendimiento “ambicioso, amplio y equilibrado” con la Unión Europea (UE), por ahora en plena discusión.
De las reuniones -que se realizaron en la sede del Mercosur, sobre la costanera montevideana- participaron también los presidentes Michel Temer, de Brasil; Mario Abdo Benítez, de Paraguay, y Evo Morales, de Bolivia, país asociado en proceso de integración.
En el texto final, los mandatarios destacaron, entre otros puntos, la aprobación de una sustancial reducción del arancel para productos en el sector químico, equivales a más de 150 millones de dólares anuales en importaciones.
Tras resaltar “la calidad y la ambición de los acuerdos en negociación”, saludaron también los progresos en las conversaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) y destacaron los progresos alcanzado en las negociaciones con Canadá y las reuniones con Corea y Singapur, así como la firma del Memorándum de Cooperación con la Unión Económica Euroasiática (UEE).
Entre otros puntos, destacaron también el papel del Focem (Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur) “como principal instrumento de superación de las asimetrías interbloque” y pusieron de relieve el inicio de las actividades del Plan de Acción de la Agenda Digital del bloque, “iniciativa clave para promover el desarrollo de un mercado digital regional libre y seguro”.
Resaltaron, además, el Plan Estratégico de Acción Social del bloque, como “instrumento para articular y desarrollar la agenda social” y ratificaron el compromiso con la Agenda 2030 de la ONU sobre Desarrollo Sostenible.
A la hora de los discursos, Morales convocó a sus pares a “un modelo regional de intercambio comercial, respetando las diferencias”, para lograr ser un bloque económico fuerte, en tanto Abdo Benítez reclamó que su país sea un “protagonista activo en la integración”.
En su último paso por una cumbre regional -porque deja el poder el 1 de enero-, Temer juzgó que el acuerdo “necesita de una mayor apertura”, destacó “el consenso para abrir el Mercosur” hacia nuevos mercados y valoró los esfuerzos para “reubicar al bloque al servicio de los ciudadanos”.
Vázquez, a su turno, admitió que “hay aspectos en lo que hay retrasos”. “El Mercosur no es ni será perfecto; posiblemente no es lo que cada uno de nosotros desea (que fuera) pero es lo mejor que hemos podido construir en un contexto dinámico mundial”, agregó el presidente uruguayo.
Macri, por su parte, pidió a sus pares “apostar” por el bloque regional para “modernizarlo”, y reclamó “la restitución de la democracia en Venezuela”, que integra el Mercosur pero está suspendido en base a uno de los puntos del Tratado de Ushuaia sobre la vigencia de las instituciones.
No fue la única referencia a las situaciones complejas en países de la región: el bloque y los paises asociados (Chile, Colombia, Ecuador y Perú) también cuestionaron a Nicaragua por la “represión generalizada y sistemática contra ciudadanos y las desapariciones forzadas y las detenciones arbitrarias contra la población civil”.