La reina Isabel II cumplió ayer  93 años, una fecha que la soberana británica celebra en la intimidad junto con su familia, dado que pospone las celebraciones oficiales para junio próximo.

Al coincidir el cumpleaños de la monarca con el Domingo de Resurrección, Isabel II asistió a un servicio religioso que duró una hora en la capilla gótica de San Jorge, dentro del castillo de Windsor.

Allí la reina se encontró con otros miembros de la familia real británica, entre ellos los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, el duque de Sussex, Enrique, la princesa Ana y Zara y Mike Tindall.

Su esposo, el duque de Edimburgo, no la acompañó, ni tampoco estuvo durante el servicio la esposa del príncipe Enrique, Meghan, debido a su avanzado estado de embarazo.

Se espera que la duquesa de Sussex dé a luz al que será el primer bebé para el matrimonio.
Nacida el 21 de abril de 1926, la reina acostumbra a celebrar su cumpleaños dos veces: la fecha de su nacimiento y, después, en una ceremonia oficial el segundo sábado del mes de junio, marcada por el célebre desfile militar por el centro de Londres conocido como “Trooping the color”.

Isabel II, la monarca y jefa del Estado viva con más años de reinado, lleva 67 años en el trono y se ha convertido en la primera soberana británica en alcanzar el llamado Jubileo de Zafiro.
Se encuentra bien de salud y bebe copitas de alcohol cuatro veces al día.