La conmemoración del Día del Trabajador movilizó hoy a cientos de miles de franceses en todo el país, con algunos focos de violencia y tensión, que terminaron con más de 200  detenidos en un masivo operativo policial que intentó evitar disturbios tras meses de protestas de los chalecos amarillos.

En el transcurso de la mañana de este miércoles, las fuerzas de seguridad ya habían realizado más de 15.000 controles de identidad "preventivos", según informó un vocero de la Prefectura de Policía, citado por el diario local Le Monde.

Tradicionalmente, el Día del Trabajador en Francia es conmemorado con masivas marchas en todo el país organizadas por las centrales sindicales y, en paralelo, una manifestación del Frente Nacional, ahora transformado en Agrupación Nacional, la principal fuerza de la extrema derecha del país.

Más allá de los intensos controles, fueron insuficientes para evitar los enfrentamientos entre la policía y el grupo radical de los “chalecos amarillos”, que provocaron graves destrozos en la capital de Francia, además de cientos de detenidos.