En una de las terminales del puerto de Filadelfia, las autoridades aduaneras de Estados Unidos, interceptaron un cargamento masivo de cocaína, que según con las primeras estimaciones rondaría las 16,5 toneladas.

La droga secuestrada habría tenido un valor de mercado superior a los 1.000 millones de dólares, si hubiera llegado a ser comercializada en la calle. 

Hasta ahora es la confiscación más grande de la historia en la región y uno de los mayores contrabandos de esta droga en el país norteamericano.

Las autoridades indicaron que la cocaína fue detectada en siete contenedores.
Según lo que publicaron los medios locales, la cocaína estaba distribuida en varios contenedores. La carga, que sorprendió a las propias fuerzas de seguridad, fue transportada en el buque MSC Gayane, que paró en Colombia, Chile, Perú, Panamá y las Bahamas antes de tocar finalmente puerto en la costa este de EE UU. El barco tiene la bandera de Liberia.

La investigación está en marcha, pero se estima que el narcótico fue subido a bordo por empleados del barco en las aguas occidentales frente a la costa latinoamericana. De acuerdo con las primeras declaraciones de los miembros del navío, un total de 14 embarcaciones se acercaron al MCS Gayane en dos ocasiones durante el viaje, entre Chile y Panamá. La compañía dueña del barco está cooperando con las autoridades, y sus responsables aseguran que no sabían qué se transportaba.

El golpe al narcotráfico internacional causó conmoción en la comunidad de Filadelfia, y se cree que podría desatar una fuerte crisis entre los grandes carteles de comercialización.

Hasta el momento no se determinó si el hallazgo fue producto de la invetsigación de las autoridades o hubo una traición entre los propios comerciantes de droga.