Quizá el destino se está ensañando demasiado con Ian Jones, un ejecutivo británico que trabaja en Rajastán (India) y que ha superado diversas enfermedades, pero ahora se está recuperando tras ser mordido por una serpiente venenosa.

Jones, director de una organización benéfica, tuvo dengue, malaria y coronavirus, y como si eso fuese poco, la semana pasada fue ingresado por la picadura de una cobra india. Además, al entrar al hospital, se pensó que podría ser positivo en coronavirus por segunda vez, pero finalmente el test dio negativo.

El británico fue atacado por una cobra en el distrito rural de Jodhpur e internado en el hospital local, a unos 350 kilómetros de la capital regional Jaipur.

El hombre entró a urgencias con visión borrosa y dificultad para caminar, y, tal y como contó a AFP, el doctor Abhishek Tater vio que se trataban de síntomas pasajeros provocados por la mordedura de un reptil.

A British charity worker who survived #coronavirus, dengue and malaria was recovering after a potentially deadly snake bite in Rajasthan.https://t.co/cjtwytnaJY

— Deccan Herald (@DeccanHerald) November 21, 2020

Afortunadamente, el ejecutivo fue dado de alta esa misma semana, aunque aún siguen vigilándole: "Consideramos que no habrá ningún efecto a largo plazo. Si no ha mejorado ya, lo hará en los próximos días".

Su hijo Seb Jones quiere que regrese a casa en la isla de Wight (Reino Unido) para recuperarse en familia, por lo que ha abierto una página en GoFundMe para ayudarle a pagar sus facturas médicas y el viaje de vuelta. "Papá es un luchador, durante su estancia en la India ya había sufrido de malaria y la fiebre del dengue incluso antes de la Covid-19".

"A pesar de todo lo que le ha pasado, siempre se había mantenido firme en su determinación de permanecer en el país y continuar su trabajo para ayudar a las personas que necesitaban su apoyo", halagó su hijo. "No había podido viajar a casa debido a la pandemia y, como familia, comprendimos su deseo de seguir apoyando a las muchas personas que confiaban en él".

El hombre dirige la empresa Sabirian, cuyo objetivo es ayudar a las personas a salir de la pobreza a través del comercio.

Claire Robertson, de la empresa Community Action Isle of Wight —que es propietaria de Sabirian—, contó a varios medios de comunicación británicos que Ian vivía temporalmente en el almacén de su empresa con la finalidad de estar más cerca de las personas a las que apoya, pero una noche su perro comenzó a ladrar fuera de su casa y él, al intentar calmarlo, extendió su mano, lo cual alertó a una cobra, misma que lo mordió en dos ocasiones.