Por miedo a un rebrote, unos 600.000 mil habitante del condado de Henan, en el centro de China, fueron puestos en total aislamiento tras detectar varios casos de infección por coronavirus en un hospital local, limítrofe con la provincia de Huebi, donde está Wuhan, epicentro del brote. Mientras tanto, las autoridades nacionales tratan de evitar una segunda ola de coronavirus en medio de un esfuerzo para revivir la economía.

Medidas similares al toque de queda entraron en vigor este martes en el condado de Jia, que tiene una población aproximada de 600.000 habitantes, según se informó en un comunicado en redes sociales. Además, los residentes no pueden abandonar sus hogares para trabajar a menos que tengan un permiso especial para hacerlo.

La provincia de Henan informó un caso de coronavirus en la ciudad de Luohe el sábado último. Las autoridades locales dijeron que la persona infectada había estado en contacto con dos médicos en Jia que luego dieron positivo para el virus a pesar de que no habían mostrado síntomas.

Es por ello que todos los negocios han sido cerrados, excepto los que representan servicios públicos, los proveedores médicos, las empresas de logística y las empresas de procesamiento de alimentos.

Además, las personas que tienen permisos especiales deben ir a trabajar con barbijos y tras medir su temperatura. Y los autos sólo pueden ser utilizados en días alternos, dependiendo de su número de matrícula.