Entre temores de violencia

Brasil vota en una elección de impacto global

Bolsonaro y Lula se disputan el poder de la potencia sudamericana.
domingo, 2 de octubre de 2022 00:56
domingo, 2 de octubre de 2022 00:56

Unos 156,4 millones de brasileños elegirán hoy Presidente, en medio de la campaña más tensa y violenta de la historia, entre el jefe de Estado de ultraderecha Jair Bolsonaro, que busca la reelección y ha puesto en duda la transparencia de los comicios, y el exmandatario de izquierda y favorito en las encuestas Luiz Inácio Lula da Silva, en una jornada de trascendencia mundial e histórica que definirá el rumbo de la principal economía de América Latina.

Se trata de un inédito duelo entre Bolsonaro, que con su reeleción puede convertirse en el principal referente de la extrema derecha mundial -con capacidad de convocatoria en las calles- superando a su aliado y referente, el estadounidense Donald Trump, y el exmetalúrgico Lula, que renació del calvario judicial y el lawfare para intentar ratificarse como el líder de las mayorías.

El Tribunal Superior Electoral pretende informar los resultados de partir de las 17, cuando cierren los centros de votación y comiencen a ser cargados en tiempo real los números de las urnas electrónicas que se usan desde 1996 y distribuidas en los 27 estados.

El presidente del tribunal, Alexandre de Moraes, pidió ir a votar “en paz” y determinó que no se puede entrar a las cabinas de votación con teléfonos celulares ni con armas reglamentarias.

Bolsonaro acusó esta semana a Moraes de “cobarde” por una investigación abierta en su contra en la corte suprema, pero también en el marco de las denuncias de fraude sin pruebas que está realizando y que llevó al jefe de Estado a afirmar que aceptaría el resultado “solo si hay elecciones limpias”.

Y es por eso que está en dudas el reconocimiento de los resultados, poniendo al gigante sudamericano en una inédita tensión impulsada por la extrema derecha tras haber flexibilizado las normas para adquirir armamento de la población civil.
Tres bolsonaristas mataron desde julio pasado a electores del Partido de los Trabajadores (PT) por cuestiones políticas, lo que provocó un fenómeno inédito de cara a esta elección: se trata del voto silencioso o temeroso de los brasileños para no pelearse en sus trabajos, familia y círculos de amigos.

Será la novena elección presidencial de la historia moderna desde el fin de la dictadura militar (1964-1985) y la sexta en la que participará Lula (1989, 1994, 1998, 2002, 2006 y 2022) teniendo en cuenta que en 2018 estuvo registrado, pero luego fue proscripto por tener una condena.

El exmandatario estuvo en prisión 580 días por la Operación Lava Jato, escándalo que permitió el ascenso a gran velocidad de Bolsonaro como estandarte de la antipolítica y de un discurso contra la izquierda, e inclusive a favor de la dictadura militar y la tortura ejercida a presos políticos.

El Supremo Tribunal Federal determinó por mayoría la anulación de los procesos contra Lula al considerar parciales por manipulación y persecución política las causas encabezadas por el fiscal Deltan Dallagnol y al juez Sérgio Moro. 
Pero la elección no es apenas la polarización entre Lula y Bolsonaro, ya que además puede devolver al gobierno al PT, que estuvo 13 años en el poder hasta que fue derrocada en un juicio político la presidenta Dilma Rousseff (2011-2016).

Campaña violenta
La campaña, además de haber sido la más violenta, se produce luego de que Bolsonaro apelara al voto cristiano evangelista con una serie de alianzas que consolidó con los principales referentes neopentecostales como la Iglesia Universal, a Asamblea de Dios y el pastor electrónico Silas Malafia, un fanático anticomunista que es su principal asesor espiritual.

La elección en números

Están habilitados para votar 156,4 millones de personas y el voto es obligatorio para los ciudadanos de entre 18 y 69 años y opcional para los que tienen 16 y 17 y los mayores de 70. 

El Tribunal Superior Electoral contabiliza apenas los válidos para elegir presidente, es decir, no incluye a los sufragios en blanco o los anulados.

En Brasil, un candidato necesita más del 50 por cientos de los votos para ganar la presidencia en primera vuelta y esto vale también para los 27 gobernadores que deberán ser elegidos en estas elecciones.

Los comicios serán claves porque también se deciden a los 513 diputados de la Cámara baja y a 27 de los 81 senadores nacionales, a la vez que se renuevan las asambleas legislativas de los estados.

En los principales estados la disputa está en altísima temperatura como en los comicios nacionales, como en San Pablo, el más populoso del país con 46 millones de habitantes.

Otras elecciones para gobernador que están disputadas entre el bolsonarismo y la alianza del lulismo son los otros dos mayores distritos detrás de San Pablo: Minas Gerais y Río de Janeiro.

En toda la historia brasileña, los presidentes electos también salieron primeros en Minas Gerais.

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