Un policía y un manifestante resultaron gravemente heridos el sábado en enfrentamientos durante una manifestación no autorizada contra la construcción de un embalse de agua para riego agrícola en el oeste de Francia.

La policía disparó gases lacrimógenos para repeler a algunos manifestantes que lanzaron fuegos artificiales y otros proyectiles cuando cruzaban los campos para acercarse a la zona de construcción en el distrito rural de Sainte-Soline. Al menos tres vehículos de la fuerza fueron incendiados, mostraron imágenes de televisión.

Emmanuelle Dubee, prefecta de la región circundante, dijo que al menos 6.000 manifestantes se habían unido a la marcha, desafiando la prohibición de protestas en el lugar donde una protesta similar en octubre también se volvió violenta.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, declaró que un agente y un manifestante se encontraban en estado crítico, pero añadió que sus vidas no corrían peligro.

En total, siete manifestantes y 24 policías resultaron heridos, dijo Darmanin, que culpó por la violencia a unos 1.000 activistas de extrema izquierda. Los disturbios habían comenzado en las zonas cercanas el viernes antes de la violencia del sábado, y la policía detuvo a 12 personas, añadió.

La protesta por el proyecto de regadío se dio tras semanas de manifestaciones en Francia contra la reforma de las pensiones, que se han vuelto violentas desde que el Gobierno impulsó la legislación sin una votación parlamentaria final.

La peor sequía registrada en Francia el verano pasado agudizó el debate sobre los recursos hídricos. Sus partidarios afirman que los embalses artificiales son una forma de utilizar el agua eficientemente cuando se necesita, mientras que sus detractores -que los llaman "megabalses"- sostienen que están sobredimensionados y favorecen a las grandes explotaciones.

REUTERS