El Gobierno de Ecuador elevó el viernes a 23 el número de muertos por un deslizamiento de tierra en la ciudad andina de Alausí, mientras los grupos de rescate continúan buscando a las personas desaparecidas.

El deslave ocurrió la noche del domingo en un sector de la ciudad, en la provincia de Chimborazo, y ha dejado unas 850 personas damnificadas y 57 viviendas totalmente destruidas, según datos oficiales.

El número de víctimas está creciendo paulatinamente a medida que los grupos de rescate logran acceder a las viviendas que quedaron cubiertas por enormes cantidades de tierra.

"Se aplican protocolos de seguridad de estabilización del terreno para que los equipos puedan continuar con las labores de búsqueda y rescate en la zona afectada, incluyendo el uso de maquinaria", dijo la Secretaría de Gestión de Riesgos del país, en su último reporte.

Al menos 67 personas siguen desaparecidas y otras 38 resultaron heridas, añadió el reporte.

La Secretaría de Riesgos declaró en febrero en alerta amarilla un área de 247 hectáreas en Alausí, incluida una parte donde se produjo el deslave el domingo, porque había sido identificada como susceptible a movimientos en masa, como deslizamientos o hundimientos.

Las autoridades también emitieron advertencias similares en otras dos provincias andinas el viernes debido a riesgos de hundimientos y deslizamientos de tierra.

La nación sudamericana vive los efectos de fuertes lluvias que han destruido vías, puentes e infraestructura pública y privada.

REUTERS