El Papa Francisco lanzó una fuerte advertencia a los altos cargos de la Iglesia
El Santo Padre conmocionó al Vaticano con un mensaje clave que envió a los curas que recibirán el birrete cardenalicio en el próximo 7 de diciembre.El Papa Francisco hizo temblar al Vaticano con una fuerte carta en español, hecha pública en las últimas semanas. El mensaje fue dirigido a los 21 nuevos cardenales designados el pasado domingo, que recibirán el birrete cardenalicio en el Consistorio del 7 de diciembre.
"Con la creación cardenalicia entrarás a formar parte del clero de Roma. ¡Bienvenido!", escribió el Pontífice al inicio de la misiva y precisó que esta pertenencia "expresa la unidad de la Iglesia y el vínculo de todas las Iglesias con esta de Roma.
Francisco citó al poeta argentino Francisco Luis Bernárdez, que describió a San Juan de la Cruz destacando tres actitudes que deberían seguir los obispos que serán designados cardenales: "ojos altos, manos juntas, pies desnudos", que se adaptan bien al cardenalato y que, por tanto, deben encarnarse y fomentarse en esta nueva misión.
La misiva de Francisco explica lo que se espera de los nuevos cardenales de la siguiente manera:
"Ojos altos, porque tu servicio exigirá ampliar la mirada y ensanchar el corazón, poder mirar más lejos y amar más universalmente con mayor intensidad. Entrar en la escuela de su mirada -Benedicto XVI- que es el Costado abierto de Cristo".
"Manos juntas, porque la Iglesia lo que más necesita -junto con el anuncio- es tu oración para apacentar bien la grey de Cristo. La oración, que es el ámbito del discernimiento para ayudarme a buscar y hallar la voluntad de Dios para nuestro pueblo, y seguirla".
"Pies desnudos, tocando la aspereza de la realidad de muchos rincones del mundo embriagados de dolor y sufrimiento por la guerra, la discriminación, la persecución, el hambre y numerosas formas de pobreza que te exigirá tanta compasión y misericordia".
Por último, el Papa Francisco agradeció por la "generosidad" y aseguró su oración para que "el título de siervo (diácono) opaque cada vez más al de eminencia". De esta manera, el pontífice advirtió a los obispos que deben dejar de lado la vanidad y concentrarse en su función respecto del prójimo, faceta de la Iglesia Católica que Francisco busca remarcar.