La Ciudad de México aprobó las corridas de toros sin sangre, con 61 votos a favor y uno en contra. 

Los legisladores de la capital mexicana, donde se encuentra la Plaza México, respaldaron una propuesta apoyada por la presidencia de Claudia Sheinbaum.

Esta medida busca controlar la tauromaquia para evitar perjudicar al animal y al torero. Se establece que será una exhibición donde no habrá en ningún momento ataque hacia el animal.

La nueva versión de las corridas de toros, permitirá incluir toros en un show, pero sin la introducción de espadas ni banderillas.

Se utilizará únicamente el capote y la muleta, que es una especie de bastón, para poder retirar al animal del torero. Esta iniciativa marca un cambio significativo en la tradición taurina de la ciudad.