Peugeot reabrió su planta de producción local tras una pausa de 90 días por la cuarentena y comenzó a fabricar la nueva generación del 208. Desde El Palomar, Buenos Aires, donde el Grupo PSA invirtió 320 millones de dólares, el moderno hatchback viajará hacia todos los concesionarios del país y, por supuesto, distintos mercados de la región.

Se supo que el nuevo Peugeot 208 ofrecerá como mínimo tres niveles de equipamiento en el mercado argentino y que algunas variantes tendrán control de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia y alerta de colisión. La gama completa y los precios versión por versión se informarán al momento del lanzamiento, que será virtual.

Los medios mencionados aseguran que el 208 argentino estará impulsado por el ya conocido motor naftero 1.6 litros VTI de aspiración natural, con transmisión manual de cinco marchas o automática de seis velocidades, según la opción. A futuro, la gama podría complementarse con otra motorización y con variantes diésel, eléctricas y deportivas GTi.

El ingreso del Peugeot 208 a la planta nacional no significará la salida de alguno de los modelos que hasta ahora se producían allí, como los Partner, 308 y 408, y los Citroën Berlingo y C4 Lounge. Al menos por ahora, todos seguirán siendo fabricados en el complejo bonaerense. De hecho, el 208 convive en la única línea de montaje (antes había dos) con el resto de los vehículos para una productividad mayor.

El objetivo del Grupo PSA es alcanzar una integración local de autopartes cercana al 75 por ciento, una cifra muy por encima del promedio de la industria nacional (ronda entre un 20 y 50 por ciento), y conseguir nuevos proyectos para construir sobre la flamante plataforma CMP. 

La plataforma del nuevo 208 se puede adaptar a vehículos de distintos tamaños. Se ajusta a dos anchos de trochas (de hasta 20 mm de diferencia), tres distancias entre ejes (hasta 50 mm), tres módulos traseros y varios diámetros de rueda. Además, permite el desarrollo de modelos eléctricos.