Los peligrosos carteles brasileños empiezan a mirar hacia la Argentina

lunes, 29 de enero de 2018 08:30
lunes, 29 de enero de 2018 08:30

Paulo Seco se tiró debajo de la camioneta VW Amarok como un rayo. Temía que la policía brasileña lo matara. Su cabeza tenía precio desde que estaba prófugo hacía ocho años. Cuando los efectivos le ordenaron que saliera, mientras lo apuntaban con sus armas, José Paulo Vieira de Mello, conocido como Paulo Seco, recurrió a un viejo truco: les ofreció un millón de reales, que les entregaría su socio Pinto Brum. Pero su coartada no prosperó, porque su colega del Comando Vermelho estaba esposado aquel 12 de agosto pasado en la mansión del barrio Cruzeiro do Sul en Tramandaí, en Río Grande Do Sul. Allí, junto con dos narcos colombianos, Pinto Brum y Paulo Seco, camuflados como empresarios del rubro de lencería, planeaban un golpe millonario a un banco de Porto Alegre.

Brum había regresado hacía poco tiempo de la Argentina, de donde se fugó -como ya lo había hecho en otros países- por la frontera extensa y porosa con Paraguay y Brasil. Su nuevo proyecto delictivo se financió con una especie de aeródromo narco que montó en las estancias Santa Úrsula y Santa María de Aguapey, en un monte cerrado cerca de Santo Tomé, Corrientes. Allí dos veces a la semana aterrizaban avionetas con cargamentos de cocaína. La droga se enviaba a los mercados de Brasil y Buenos Aires.

Marino Divaldo Pinto Brum, nombre completo del narco brasileño, vivía en una casa de grandes dimensiones en avenida Trinchera de San José, en Posadas, Misiones, donde se movía en una camioneta Jeep Cherokee blindada, con patente brasileña (PK0777). Se hacía pasar por empresario ganadero. En el campo que arrendaba a Hilda Calabrese, una hacendada correntina, pastoreaban unas 150 vacas, pero el negocio no estaba centrado en la raza Braford, sino en el narcotráfico, con una ruta que se viene consolidando desde hace cinco años.

Este corredor de la cocaína tiene a Perú y Bolivia como proveedores del estupefaciente y a Brasil como principal punto de destino, donde se encuentra el segundo mercado de cocaína del mundo después de Estados Unidos, con 2,8 millones de consumidores, según un estudio de la Universidad Federal de San Pablo.

Los registros en los GPS Garmin Aera 500 que fueron secuestrados a la banda mostraban en detalle la ruta que hacían las avionetas Cessna desde Perú y Bolivia hasta Paraguay y la Argentina. En el aparato quedaron guardadas las coordenadas para aterrizar con los nombres "loco final", "entrega estancia" y "Argentina 2". Descendían en esa pista y en unos minutos los miembros reclutados por Pinto Brum -peruanos, bolivianos, brasileños y argentinos- descargaban la droga, que era llevada una parte a Buenos Aires y otra a Brasil, por la frontera seca de Uruguayana.

En abril pasado 11 miembros de esta banda fueron condenados a penas de entre 5 y 20 años de prisión por pedido del fiscal Carlos Schaefer y el titular de la Procuraduría contra el Narcotráfico (Procunar), Diego Iglesias. El Estado se quedó con las dos estancias de unas 12.000 hectáreas luego de que el tribunal avaló el decomiso de los bienes. Donde había un campo y un aeródromo controlado por un grupo narco internacional ahora se harán trabajos agronómicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Brum se fugó tras el allanamiento que hizo la Gendarmería en su casa en Posadas. Sabía que uno de los miembros de la banda los había delatado. No se supo más de su rastro hasta que fue detenido en una mansión a una cuadra de la playa en Tramandaí por la policía brasileña, que lo identificó como uno de los jefes del Comando Vermelho, una de las organizaciones que junto con el Primer Comando Capital (PCC) son actualmente las más poderosas de América Latina. Estos grupos que surgieron de las cárceles se expandieron hacia Paraguay desde hace más de cinco años. En la Argentina Pinto Brum usaba el nombre falso de Silvio André de Lima Borges, alias Max, y nadie sabía que en Brasil se enfrentaba con tres condenas por narcotráfico que suman 23 años de prisión.

En la Argentina no hay una presencia estable ni orgánica de estos dos grupos mafiosos, que tienen una raíz particular, son bastante inorgánicos y actúan muchas veces en células, señalan en el Ministerio de Seguridad.

Derrame de violencia

Fuentes de la Gendarmería y voceros judiciales coinciden en que empezaron a verse "lobos solitarios" de PCC y Comando Vermelho en Corrientes y Misiones, dos provincias limítrofes con Paraguay, donde estas organizaciones mueven cada vez más los hilos del narcotráfico, con epicentro en Pedro Juan Caballero, que además de ser la zona núcleo de producción de marihuana -ese país es el principal productor mundial de cannabis- se transformó en un área logística de cocaína con dominio de esas dos bandas brasileñas, algo que se aprecia en la violencia que derraman en el departamento de Amambay.

El crimen del narco Jorge Rafaat Toumani (con vínculos con el PCC) el 15 de junio de 2016, acribillado de 12 balazos con un arma antiaérea .70, montada en una camioneta, mostró el poder de fuego de esos grupos. Se sospecha que detrás de su muerte estuvo el brasileño Jarvis Chimenes Pavão. El argentino nacionalizado paraguayo Néstor Ariel Palma es considerado por la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay como la mano derecha de Jarvis Pavão. Palma fue detenido por la Gendarmería en Ituzaingó, Corrientes, dos meses después de uno de los asaltos más grandes de la historia de América del Sur. El 27 de abril pasado un grupo comando de PCC robó la bóveda de Prosegur en Ciudad del Este.

Palma, un hombre alto y fornido, con su cabello teñido de canas, fue quien -según el fiscal Marcelo Saldívar- financió parte del asalto. El funcionario del Ministerio Público paraguayo lo acusa de haber alquilado una casa de grandes dimensiones en el country San José, donde se alojaron más de 30 miembros de la organización para planear el golpe. Con un nivel logístico poco común y armas pesadas, como cuatro ametralladoras calibre .50, este brazo del PCC se llevó US$11.720.255 de la bóveda de Prosegur. En la persecución murieron cinco asaltantes y 14 fueron detenidos. Palma se fugó hacia Buenos Aires y desde allí viajó a Posadas. Fue atrapado en una hostería en Ituzaingó, Corrientes.

Las autoridades guaraníes enviaron un pedido de extradición al juez federal Carlos Soto Dávila. Palma no quería seguir preso en la Unidad Penitenciaria Nº 7 de Resistencia, donde estaba aislado del resto de los presos. Cinco días después el supuesto financista de PCC estaba en Asunción, donde tenía aceitadas influencias en el gobierno paraguayo para tener un trato no tan estricto. A fines de diciembre pasado el Parlamento paraguayo fue centro de un escándalo luego de que se difundieron audios en los que el senador Oscar González Daher menciona en una conversación telefónica cómo puede hacer lobby para favorecer a Palma. Fue la primera vez que se destituyó a un senador en Paraguay.

Otro "lobo solitario" de PCC convertido en un cadáver apareció flotando en el río Paraná el 7 de noviembre pasado, en Granadero Baigorria, la localidad vecina a Rosario. Identificado como Maciel Amantino Wagner, de 45 años y conocido como Junino, era señalado en Brasil como integrante del PCC y uno de los organizadores de otro asalto malogrado a la bóveda de Prosegur de Ciudad del Este, la misma que fue atacada en abril pasado por un grupo comando de la misma organización.

Este hecho preocupó al Ministerio de Seguridad, que empezó a rastrear las posibles conexiones de Junino en el país. "Seguimos de cerca el tema para evitar que estos lobos solitarios se transformen en manada", apuntó un investigador de la Justicia Federal.

Zona de influencia

Informes de la Gendarmería y datos aportados por investigadores judiciales confirman que movimientos de células del PCC y del Comando Vermelho fueron observados en Misiones y Corrientes. Uno de sus líderes fue arrestado en Ituzaingó.

Un referente ejecutado

El cuerpo baleado de un referente del PCC fue encontrado en noviembre pasado en el río Paraná, en los alrededores de la ciudad santafesina de Granadero Baigorria. Sospechan que planeaba radicarse en Rosario, donde tenía previsto realizar inversiones inmobiliarias.

Los primeros indicios

Zona de influencia

Informes de la Gendarmería y datos aportados por investigadores judiciales confirman que movimientos de células del PCC y del Comando Vermelho fueron observados en Misiones y Corrientes. Uno de sus líderes fue arrestado en Ituzaingó.

Un referente ejecutado

El cuerpo baleado de un referente del PCC fue encontrado en noviembre pasado en el río Paraná, en los alrededores de la ciudad santafesina de Granadero Baigorria. Sospechan que planeaba radicarse en Rosario, donde tenía previsto realizar inversiones inmobiliarias.

Fuente: La Nación.

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Comentarios

29/1/2018 | 09:34
#149006
Deberian multiplicarse x 10 las penas a los narcotraficantes y a los políticos y/o jueces y/o cuerpos de seguridad que los protegen la misma pena,

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