La cadena de Frávega, que hace casi dos años había anunciado inversiones y la apertura de 7 sucursales para aumentar la red comercial de 120, tuvo que cerrar 5 de sus locales en shoppings ubicados en el área metropolitana, como Paseo Alcorta y el Soleil.

La medida está relacionada con la retracción de la venta al público en cuotas sin interés que afectó principalmente a electrodomésticos.

Mientras que Musimundo ya venía de suprimir una decena de sucursales en varias localidades del país al haberle declinado la demanda.

de la misma manera, la cadena francesa Carrefour empezó a implementar el plan de achicamiento acordado a comienzos de año con la cartera laboral y la representación sindical, a partir de cuando cesó la actividad en 5 bocas.

Una suerte parecida corrió la norteamericana Walmart, que transfirió una parte de su estructura comercial en Argentina a la multinacional española Día %.

La devaluación, las altas tasas de interés, el menor consumo general, lo mismo que los convenios laborales, y el alto valor locativo sobre todo en los shoppings, son algunas de las explicaciones macroeconómicas que tienen en común las grandes cadenas.

De modo que los colosos como Frávega, Musimundo, Carrefour o Walmart entran en las generales de los persianazos, al igual que los pequeños y medianos comercios que dejaron de funcionar.