Los líderes del G20 recibirán como regalo oficial chalinas de alpaca artesanal confeccionadas por un grupo de artesanas catamarqueñas integrantes de la Asociación de Hilanderas y Tejedoras de la ciudad de Belén.
Las 40 chalinas fueron producidas por 18 artesanas, integrantes de la Asociación, que ya confeccionaron en 2015 una manta de vicuña artesanal que la primera dama argentina, Juliana Awada, le regaló a Michelle Obama durante una visita que realizara como primera dama de Estados Unidos, en marzo de 2016.
Juana Moreno de Herrero, presidenta de la Asociación de Hilanderas, se mostró agradecida -en diálogo con Télam- por haber sido elegidas para realizar esta tarea y narró como se contactaron con ellas y cuáles fueron las técnicas que utilizaron para la confección de las chalinas.
“Para nosotras es muy importante que nos den la oportunidad de seguir aportando nuestro saberes artesanales, representar a Belén, a Catamarca, es una alegría enorme. Agradezco que se nos haya tenido en cuenta para hacer este trabajo, es muy bueno por la pasión que le ponemos a lo que hacemos”, dijo la artesana.
En relación a cómo fueron contactadas para realizar la confección de las chalinas, Molina explicó que hace tres años participan del programa “Emprendedores de Nuestra Tierra” dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que fue desde donde se comunicaron -en junio- para encomendarle la producción.
“Nos consultaron si existía la posibilidad de realizar las prendas y aceptamos inmediatamente, desde aquí enviamos muestras de tejidos para que decidan hasta que finalmente en el mes de septiembre aceptaron”, dijo.
Desde que el Ministerio aceptara las muestras hasta la entrega de las mismas, las 18 artesanas tuvieron menos de un mes para la realización de las 40 prendas. “Trabajamos muy duro durante casi un mes para entregar en tiempo y forma”, expresó.
En relación a la técnica utilizada por las artesanas para la confección de las chalinas, de dos metros por sesenta centímetros, Moreno explicó que “es ancestral. Primero se ovilla el hilo, luego se realiza el urdido que, en este caso, se hizo con 620 hebras que fueron tejidas sobre un telar rústico clavado en la tierra en un solo paño de más de un un metro de ancho”, contó.
La presidenta de la Asociación de tejedoras, compuesta por 22 artesanas (todas oriundas de Belén) también explicó cómo se aprende a lo largo del tiempo el oficio de hilar y tejer.
“Uno va aprendiendo desde chico, el aprendizaje es en la escuela de la casa, en familia, jugando en medio de los hilos en esta actividad que llega a hacer una unidad productiva de cada hogar. El telar es el nido familiar de todos” dijo, y agregó: “por eso creo que Belén es considerada la Cuna del Poncho; por el amor que le ponemos a esta actividad artesanal textil y milenaria”, concluyó la artesana.

Las artesanas confeccionaron una chalina que Juliana Awada le regaló a Michelle Obama