Una de las primeras opciones de Boca fue Walter Kannemann. El zaguero surgido de San Lorenzo, de 27 años, es figura en Gremio y llegó a la Selección de la mano de Lionel Scaloni. El club de Porto Alegre no quiere negociarlo. Tachado. También surgió el nombre de Víctor Cuesta. El ex Arsenal, Huracán e Independiente, de 30 años, está en Inter de Brasil. Fue declarado intransferible. Otra opción descartada.

Luego apareció la alternativa José Luis Palomino. También de la cantera del Ciclón, es pieza clave en el Atalanta, de la Serie A de Italia. Hubo intentos desde la ribera para sumarlo a préstamo, para adquirirle parte del pase. Pero no encontró eco en Europa. En conclusión: se le está haciendo difícil a Gustavo Alfaro sumar el marcador central que tanto solicita. Es una zona sensible, en la que perdió dos jugadores en los últimos días: Lisandro Magallán (transferido al Ajax de Holanda) y Leonardo Balerdi (pasó al Borussia Dormund).

En consecuencia, Alfaro apeló a un viejo conocido, por el que Boca ya inició tratativas. El tapado de Lechuga es… Lisandro López. El defensor, de 29 años, está en el Genoa de Italia, a préstamo, dado que su ficha pertenece al Benfica de Portugal. Oriundo de Villa Constitución (Santa Fe) y surgido de Chacarita, López se destacó en Arsenal bajo la tutela de Alfaro: juntos ganaron el Torneo Clausura 2012 y la Supercopa Argentina del mismo año.

En el Genoa no tiene lugar: fue 15 veces al banco por la Serie A (su equipo está decimocuarto en la tabla, a seis de la zona de descenso), pero no ingresó. Sí jugó un encuentro por la Copa Italia. En ese contexto, la promesa de continuidad, en una institución grande de la Argentina, representa un desafío tentador.

Boca busca anticipar la finalización del préstamo (a López le quedan seis meses en Italia) y luego negociar la cesión por un año con el Benfica. Y, así, brindarle una nueva herramienta a Alfaro para la reconstrucción del plantel.