La garrafa social de gas pasará a costar $ 295 a partir del próximo viernes 1 de febrero, lo que supone un aumento de 37% para el tubo de 10 kilogramos, que ahora cuesta $ 216 incluyendo el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Así lo estableció la resolución 15/2019 de la Secretaría de Energía, publicada ayer en el Boletín Oficial.
Se dispuso que desde el viernes la garrafa de 10 kilos tendrá un valor de $ 160,28 para el fraccionador, de $ 240,97 para el distribuidor y de $ 295 para el público,
El envase de 12 kilos costará al público $ 321,24, en tanto que para el fraccionador tendrá un valor de $ 192,33; y para el distribuidor de $ 348,68.
En el caso de la garrafa de 15 kilos, el precio al público se fijó en $ 485,88; para el fraccionador en $ 240,42 y para el distribuidor en $ 361,46.
La resolución también estableció que el monto del subsidio para los beneficiarios del Plan Hogar será de $152 por garrafa.
Asimismo, determinó que el precio máximo de referencia en planta del productor para el gas butano será de $ 9.154 por tonelada, y para el propano de $ 9.042.
“En la modificación de los precios máximos de referencia deberá tenerse en cuenta la protección de los sectores sociales residenciales de escasos recursos, para lo cual resulta aconsejable continuar aplicando un criterio de gradualidad en la implementación de las actualizaciones de dichos valores, como así también mantener un esquema de subsidio a la demanda compatible con esos fines”, señala la resolución.

Justificación
Desde Energía señalaron a Télam que “esta suba está en línea con el aumento del 2018 para la gas de red”, y recordaron que “la última actualización fue en abril de 2018”.
Además puntualizaron que “la resolución establece la eliminación de las compensaciones que se otorgaban a los productores de Gas Licuado de Petróleo (GLP), que recibían $ 550 por tonelada”. 
También subrayaron que “el mercado de GLP se encuentra regulado por el Estado”, y aseguraron que “de lo contrario, el valor de la garrafa estaría cerca de los $ 600”.
La Secretaría de Energía lleva adelante un programa, junto con los municipios, para acercar garrafas a pueblos o localidades que no tienen cerca distribuidores con el objetivo de garantizar el abastecimiento y el precio fijado.
En 2018 se llevaron adelante 1.115 operativos, según se informó.