El Ateneo Grand Splendid, considerada como la librería más linda del mundo

martes, 8 de enero de 2019 20:42
martes, 8 de enero de 2019 20:42

El icónico edificio, nacido como cine teatro en 1919, vive su momento de mayor esplendor y sorprende a los visitantes que la visitan.

Buenos Aires tiene algo más sentirse orgullosa. Según la revista National Geographic, la librería El Ateneo Grand Splendid es “la librería más linda del mundo”. Y razones para ser considerada como tal no faltan.

El edificio, que se empezó a construir en 1917 para el cine teatro Grand Splendid, y se inauguró dos años después, fue una iniciativa del empresario austríaco Mordechai David Glücksman, quien encargó el diseño a los arquitectos Peró y Torres Armengol, y la construcción al estudio de Pizoney y Falcope.El espléndido edificio de fachada Art Decó, con interior neoclásico renacentista, ha logrado sortear la picota -suerte que no tuvo el cine Capitol, que se encontraba a pocos metros del lugar- y reconvertirse para formar parte del itinerario de turismo cultural porteño.

Ingresar a la librería es una experiencia fascinante: traspasado el hall de entrada, se abre a los ojos del visitante la monumental sala coronada por la cúpula donde se destaca el inmenso fresco, realizado por Nazareno Orlandi, dedicado a la paz mundial, inaugurado en 1919, y que fuera realizado para celebrar el final de la primera contienda mundial de 1914-1918.

Al fondo, donde se encontraba el escenario y la gran pantalla -todavía se conserva el gran telón de terciopelo rojo que se abría de par en par para ofrecer las películas-, hay instalada una elegante cafetería que permite saborear un café o té, acompañados de alguna delikatessen, mientras se tiene una visión panorámica.

Los anaqueles con libros se distribuyen a lo largo de la sala, y también en los dos pisos superiores -en el primero hay un salón de exposiciones- donde se ubicaban los antiguos palcos y sus balcones que hoy ofrecen una espectacular vista y siguen con su herrería y tulipas originales.

Entre esas joyas arquitectónicas se han dispuesto especie de saloncitos donde los curiosos y lectores pueden sentarse en cómodos sillones para leer los volúmenes o simplemente descansar.

En medio de la sala se destaca una apertura circular que permite observar el subsuelo, al que se desciende por escaleras mecánicas, en cuyo interior se encuentra la sección dedicada a libros infantiles y los discos compactos.

La logística de la librería está preparada para la gran cantidad de turistas extranjeros que la visitan, contando con "vendedores que en la mayoría de los casos dominan el inglés y el portugués, y algunos hasta el francés, a pesar de que algunos extranjeros llegan en tours con sus propios guías", agregó Marciani.

En tiempos en que funcionaba como teatro primero y cine después, actuaron glorias del tango como Carlos Gardel e Ignacio Corsini, y hasta tuvo un tango con su nombre escrito por Roberto Firpo.

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