Rafael Viñoly impulso una idea arquitectónica que consiste en construir una enorme réplica del memorable Sable Corvo del Libertador.

 “Empecé a leer sobre la importancia de la vida y de la trayectoria de San Martín para la conflictiva historia de Latinoamérica y, sobre todo, para esta coyuntura en la que el futuro de la República y de la región están en juego”, añadió.

La obra constará de 260 metros de altura, que emergen del río Uruguay, cerca de la casa en la que nació el Libertador, en Yapeyú, una localidad de la provincia de Corrientes.

El monumento será una hoja inmensa de acero inoxidable que se encenderá con una llama a lo largo de su filo los días conmemorativos.

“De ese ralo paisaje mesopotámico, con una densa vegetación horizontal, y al final de esa ruta de acceso, emergerá del río una réplica exacta del Sable Corvo, la única posesión práctica y simbólica que tuvo el General y que compró con su propio dinero”, detalló el arquitecto Viñoly.