El sábado a la tarde Naiara Ortíz ingresó a la guardia del hospital de la ciudad mendocina de Rivadavia y un día después estaba muerta. Su mamá y la pareja de la mujer habían dicho a los médicos que la nena de un año y nueve meses se había descompensado por una supuesta deshidratación, pero el resultado de la autopsia los contradijo y terminaron detenidos.

Según el informe de los forenses, Naiara tenía el cráneo fracturado, tres costillas rotas y lesiones en el hígado y en los riñones. Si bien no se conoció todavía el resultado definitivo de las pericias, estos resultados fueron suficiente para establecer que la causa de la muerte había sido un severo maltrato físico y no lo que habían argumentado los padres.

María Isabel Ortiz Torres y Luis Avila Miranda fueron detenidos en el cementerio local, justo después de que terminara el entierro de su hija. Ambos declararán en las próximas horas ante la fiscal Valeria Bottini, quien los imputará por homicidio agravado por el vínculo y la alevosía, es decir, por aprovecharse del estado de indefensión de la víctima, indicó diario El Sol.