Las autoridades del Hospital Perrando, en la provincia de Chaco denunciaron un atentado contra pacientes críticos internados allí.

Según señalaron, “cortaron” la provisión del aire comprimido de una de las salas. 

Además, las autoridades explicaron que en ese momento había siete pacientes conectados y con asistencia respiratoria mecánica.

El Gran Hospital Perrando de Resistencia, es el principal centro de salud que atiende los casos de coronavirus en Chaco, y sufrió un atentado este miércoles contra pacientes graves afectados por la enfermedad. La denuncia apunta a una “mano desconocida” que apagó el aire comprimido que alimentaba los respiradores de siete personas que recibían tratamiento en las camas de terapia intensiva del hospital.

Daniel Pascual, codirector del hospital, aseguró que “podían haberse muerto varios pacientes”. Afortunadamente, el ataque se descubrió a tiempo y no se materializó por la rápida respuesta de uno de los técnicos a cargo.

Para las autoridades del lugar, quien planificó el crimen fue una persona con conocimiento del funcionamiento interno del centro de salud porque “conocía donde estaba la llave” y el sector donde están los tableros para cerrar los conductos de aire comprimido.

“No hay palabras para describir lo que pasó. Esto fue un sabotaje, un intento criminal, para mí, perfectamente planificado y tenía que provocar el caos, el día que llegaba nuestro Presidente a Resistencia. No me cabe la menor duda que eso fue un atentado”, consideró Pascual en diálogo con CiudadTV.

Pascual graficó que la “mano sospechosa” tuvo que subir hacia donde están los equipos, donde “hay una maraña de caños y cables”, y desajustar una de las tuercas que abren el paso del aire comprimido. El trabajo consistió en cerrar tres válvulas que están separadas por una distancia entre 2 a 5 metros. “Uno podría decir que una lo podría hacer un burro o un loquito, pero esto fue hecho tres veces”, resaltó el médico.

El titular de la Fiscalía N°6, a cargo de Roberto Villalba, citó a los directores Pascual y Nancy Trejo para ampliar la denuncia y ordenó el miércoles un allanamiento con la intervención a la División Investigaciones Complejas y Cibercrimen de la Policía del Chaco y al personal del Gabinete Científico.

 “Estamos consternados, sorprendidos y destruidos. Es increíble que alguien quiera intentar suprimir la vida de pacientes, que ya de por sí están en una lucha desfavorable contra el coronavirus”, dijo Pascual. “Estoy convencido de que el que cerró la válvula fue mandado, y gente más importante la pensó”, concluyó, insistiendo con la teoría del complot.