El ex presidente Mauricio Macri retornará al país este jueves, dando por concluido de este modo su viaje a Europa con su esposa, Juliana Awada, y la hija de ambos, Antonia, iniciado el último 30 de julio.

De esta manera terminará un periplo que lo llevó  primero por Francia y luego por Suiza, ya que allí se encuentra la sede de la FIFA y de la Fundación de ese organismo, que actualmente preside.

Este viaje fue motivo de múltiples y reiteradas críticas al líder del PRO y de Juntos por el Cambio, no solamente por parte de funcionarios del goberno nacional y dirigentes oficialistas, sino también de algunos integrantes de la coalición opositora, como el diputado nacional Luis Juez o el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, además de cierto fastidio por parte de integrantes del PRO que prefirieron no exteriorizarlo públicamente.

Pero más allá de su distanciamiento geográfico, Macri hizo lo suficiente como para no quedar completamente "desconectado" de la actualidad argentina. Ni bien llegó a París, se despachó con la provocativa afirmación de que "acá se vive en libertad y con responsabilidad", lo que generó la previsible reacción del Frente de Todos. Posteriormente, su adhesión vía Twitter a las marchas del 17A ("Orgulloso de los miles de argentinos que salieron a decirle basta al miedo y al atropello") volvió  a levantar polvareda, a punto tal que hasta dirigentes que se encuentran en las antípodas ideológicas como el economista  libertario José Luis Espert ("La libertad de los argentinos se defiende acá, no desde la costa Europea") y el diputado del FIT Nicolás del Caño ("El vacacionante convoca a una marcha por 'sí al trabajo"") coincidieron en cuestionarlo.