La historia de María Jesús Peralta y su familia es muy dura. Por problemas económicos, sus dos hijos mayores fueron separados de ella cuando tenían cinco y tres años para ser trasladados a un Hogar de Menores.

Muchos años después, ella los buscó y, en el 2016, se reencontraron, reconstruyeron el vínculo y volvieron a vivir juntos en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz. Pero sucedió algo terrible que lo cambió todo: en el 2020, su primogénito mayor, que en ese entonces tenía 22 años, abusó de su hermanita de 3, quien nació fruto de la última relación de su madre.

Según los especialistas que revisaron a la pequeña, los abusos sexuales no habían pasado una sola vez, sino que fueron recurrentes. “Nosotros no nos dábamos cuenta como familia cuándo pasaba esto”, explicó Peralta.

Al parecer, los sobrepasados ocurrían cuando el hermano “le cambiaba el pañal” a la pequeña, ya que como sostuvo la mujer, en otro momento no pudo haber sido “porque en la casa siempre había gente”.

Precisamente, fue durante un cambio de pañal que la niña le contó a otro de sus hermanos lo que le hacía el mayor. “Le dijo que se la chupaba y le metía los dedos”, aseguró María Jesús.

Según su relato, esa misma noche se despertó al escuchar “golpes y gritos que venían de la cocina”. Era su otro hijo, a quien la nena le había confesado los abusos, “que estaba nervioso y con bronca”, junto a su novia. En ese momento, Peralta se enteró de lo que había sucedido con su pequeña hija.

“Yo quiero justicia para mi hija, no quiero salir libre de esto, yo sé que me van a culpar de muchas cosas, pero me hago cargo”, sostuvo María Jesús en una entrevista con el sitio cronica.com.ar.

Cómo fueron los abusos

Cuando salieron a la luz los tremendos episodios, el presunto abusador vivía en la casa junto a María Jesús y el resto de sus hermanos. Pero el día que la nena confesó todo, el ahora acusado se había quedado a dormir en la casa de su familia adoptiva.

A partir de ese momento, María Jesús no volvió a ver a su hijo mayor, quien actualmente se encuentra en libertad sin prisión preventiva trabajando de radioperador en una parada de taxis.

“Él me bajaba el pantalón, me sacaba el pañal y me chupaba mientras yo estaba acostada, yo no sabía que era algo malo”, le contó la niña a su mamá hace unos días. La víctima, que actualmente tiene 6 años, logró hacer una reconstrucción de los hechos que vivió durante sus primeros años de vida. Para María Jesús, “fue muy chocante” escuchar el testimonio de su hija.

La denuncia fue realizada en la comisaría de La Mujer de Río Gallegos el 3 enero del 2020 por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. A raíz de ello, la menor fue sometida a una cámara Gesell el 20 de enero de ese mismo año. Además, intervino la Oficina de Violencia Doméstica, que le brindó custodia policial a María Jesús y al resto de sus hijos.

No obstante, la causa está en cámara oral a la espera del juicio. “Tiene que haber Justicia, no puede ser que este tipo ande en la calle como si nada”, concluyó la denunciante.