Un episodio de extrema violencia se vivió a bordo de un colectivo de la línea 37, del Área Metropolitana de Buenos Aires, cuando el chofer de la unidad, a raíz de una discusión, en medio de insultos y trompadas, atacó a palazos a un pasajero ante la mirada atónita de los demás usuarios. El hecho ocurrió el martes por la tarde en la zona de Congreso, y fue grabado por varios testigos, que en las últimas horas lograron que se viralizara en las redes sociales.

Según testigos, la gresca comenzó cuando dos ancianos que habían subido al colectivo en Lanús tocaron el timbre para bajar del vehículo. Sin embargo, la pareja se habría demorado en llegar hasta la puerta y, luego de que en ese lapso descendiera otro pasajero, solo uno de ellos alcanzó a salir.

Según el relato de los presentes, el chofer no se habría dado cuenta de la situación porque escuchaba música a todo volumen, así que cerró la puerta y aceleró. Frente a esta situación, el anciano que no pudo bajar tocó nuevamente el timbre y le reclamó que le permitiera hacerlo, pero la respuesta del conductor fue que esperase hasta la siguiente parada.

Luego de ver lo que acababa de suceder, uno de los pasajeros le manifestó su indignación al colectivero y ambos comenzaron una acalorada discusión. “Es un tipo grande, payaso. Lo hacés caminar 500 cuadras, la puta que te parió”, le dijo en un momento el hombre al chofer de la línea 37. Acto seguido, este último le pidió que se bajase del vehículo, a lo que su interlocutor respondió: “Bajame vos, a ver”.

 

 

 

 

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En pleno clima de tensión, el conductor agarró un palo que llevaba consigo y reiteró el pedido. Después, comenzó a golpear al pasajero, quien le lanzó varias patadas para defenderse. “Bajate porque te voy a romper la cabeza”, lo amenazó entonces el chofer.

Decidido a permanecer en el transporte público, el pasajero siguió respondiendo desde el asiento con golpes e insultos. “¿Agarrás un palo? Voy a llamar al 911, le advirtió al colectivero. En medio de la pelea, una mujer les exigió detenerse a los gritos en medio del bullicio generalizado: “¡Hay una señora que se descompuso!”.

En otras de las secuencias difundidas se observa cómo el pasajero se paró posteriormente sobre el asiento y, tomado del caño del colectivo, le dio al conductor dos patadas en el pecho que lo arrojaron contra las ventanillas. Inmediatamente después, esta segunda grabación termina, sin que se sepa cómo concluyó el episodio.