El niño con autismo que revolucionó las redes sociales
Ian moche, como se presenta en instagram, tiene 9 años y hace videos donde explica su condición.Ian Galo Lescano, tiene apenas 9 años y revolucionó a las redes sociales con sus declaraciones; se presenta en las redes como Ian moche y es una de las nuevas caras virales en la lucha por la inclusión.
Su activismo fue reconocido por el Consejo Deliberante de la Plata, que lo declaró Joven Promesa. “Soy un niño autista que habla de autismo”, rompe el hielo el influencer, que se animó a contar sus experiencias y ya superó los 20.000 seguidores en su cuenta de Instagram.
“Las personas con discapacidad no tienen el problema, es la sociedad que no nos acepta porque nos ve diferentes”, asegura Ian
Entre sus logros, se encuentran, se llamado por empresas como Disney para que evalúe las obras musicales adaptadas, también fue contactado desde México para participar de conferencias. A pesar de tener tantos logros su vida sigue siendo la de un niño, estudia cuatro idiomas y es fanático del anime.
“Yo soy Ian, y estoy acá para contarles mi historia, quiero que el mundo sea realmente inclusivo” comenta alegre.
La vida de una figura luchadora:
Ian no dijo ni una sola palabra hasta los 3 años. Una tarde, cuando su mamá (Marlene Florencia Spesso) lo fue a buscar a terapia, comenzó a repetir los diálogos de las publicidades que veía en la televisión. Lo llevó a otro especialista que, tras revisarlo, anotó en un papel: “Presenta signos del espectro autista”.
Su madre se indignó. Busco otras voces, y todos repitieron el mismo diagnóstico. “A mí me hubiese servido mucho que haya otro Ian que cuente lo que le pasa, para poder entender lo nos estaba sucediendo. El primer momento es negación, querés que alguien te diga lo contrario, y no sabes cuál es el camino”, comenta Marlene.
Los primeros años de escuela fueron muy difíciles ya que no querian aceptar a Ian en ninguna institución por tener autismo, Marlene es profesora de actuación y se apoyó en la docencia para impulsar las escuelas inclusivas y -en sus palabras- “educar” a aquellas personas que excluían a su hijo.
Moche toma clases de comedia musical en un instituto que, a pesar de no estar adaptado, comprende los requerimientos que el joven solicita; por ejemplo cambiar los aplausos por manos levantadas, evitar la contaminación sonora (trabajar desde el silencio), y darle su propio tiempo de desarrollo sin presiones, entre otras cosas.
La segunda herramienta que utiliza son los caballos. Desde que Ian cumplió los 6 años asiste de forma gratuita al centro Alma Mía Equinoterapia. “El primer año solo caminó al lado del animal, el segundo año se subió, y recién en el tercer año se animó a cabalgar. Mira la sonrisa que tiene en la foto, mi hijo ama los animales”, dice su madre.
Ian, además de soñar con ser el influencer del año, quiere ser actor en una obra adaptada para personas con autismo e interpretada por un elenco completamente de actores con su misma condición. Como si fuese poco, desde sus dibujos manifiesta querer cambiar el mundo con una plaza inclusiva y espacios silenciosos
No hay expresión de amor más fuerte que escucharlo por tan solo unos segundos. La intensidad de su alma resuena en sus dibujos. “Mi mundo es el mismo que el tuyo, pero yo lo siento diferente”, enfatiza. En sus trazos esconde los proyectos más ambiciosos del cambio social: una ciudad inclusiva que tenga espacios adaptados para chicos y chicas con neurodivergencia. Eso no es todo: nos enseña con su historia.